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Este martes el turno fue para Lebith Aldemar Rúa Rodríguez en el juicio que se lleva en su contra en el Juzgado Primero de Causas Mixtas con funciones de conocimiento de Soledad por acceso carnal violento, hurto y secuestro simple de una menor venezolana. 

El procesado fue interrogado por su abogado Hernando Arraut, mientras el juez, la representante de Fiscalía y la representante de víctimas escuchaban en la sala 1 piso 3 del Palacio de Justicia de Soledad.

El lunes anterior ya había sido el turno de la Fiscalía en este proceso. El ente presentó 13 testigos, integrados por la víctima, su padre, científicos forenses adscritos a Medicina Legal e investigadores del CTI de la Fiscalía.

Los citados por la Fiscalía declararon en contra de Rúa Rodríguez, que también es investigado en Barranquilla por la violación, asesinato y desaparición de la estudiante del Sena Gabriela Andrea Romero Cabarcas.

En la diligencia de este martes, Rúa Rodríguez intentó desvirtuar la investigación y testimonios traídos por la Fiscalía durante esta etapa judicial.

Me pidió la hora

El juez Robinson Gómez Crespo pidió al defensor de ‘la Bestia del Matadero’ que interrogara a su procesado a fin de que rindiera su versión de los hechos ocurridos el 13 de diciembre de 2017, entre las 8:00 de la mañana y las 2:00 de la tarde.

'Había una chica sentada en todo el bordillo de una peluquería, ella estaba cruzada de piernas, me dijo me que le hiciera el favor de regalarle la hora. Yo le di la hora del reloj, eran las 8:30 de la mañana y ella contestó: -¡Ay gracias!...Yo le pregunté: ¿qué haces sola a esta hora? Y ella me contestó: no, estoy esperando a mi tía. Seguido a esto le dije que ¿por qué no han abierto?, ella respondió que su tía se demoraba, por lo que le dije si me podía sentar a su lado y ella afirmó, claro siéntate y me preguntó qué a que me dedicaba y cuántos años tenía', expresó Rúa Rodríguez sobre cómo abordó a la joven venezolana. 

Esa versión es completamente contraria a la que expuso en su momento la Fiscalía y que tuvo que ver con una amenaza de Rúa hacia la joven para que esta se movilizara hasta la zona enmontada donde fue accedida carnalmente.

Acuerdo de pago

En su exposición, el expolicía también señaló que se fue a desayunar con la entonces menor de edad luego de que lo decidieran entre ambos. A medida que conversaban, según Rúa, la joven le manifestó un interés por él y por los tatuajes que tenía en algunas partes del cuerpo. 

De acuerdo con Rúa, la joven luego le comunicó que estaba preocupada por una deuda de $300 mil contraída con un hombre y que su papá no podía saber. 'Ella me dijo que le daba pena decirme. Además comentó que tenía su novio, pero también hacía sus cosas con amigos especiales', señaló el procesado. 

Este agregó que le sugirió a la menor: 'Si tú quieres, yo te puedo ayudar, te voy a dar $100 mil y lo que haces con tus amigos, lo haces conmigo. No es obligación, pero te estoy dando un dinero, y cuando terminemos, ni tú me conoces, ni yo te conozco', declaró Rúa Rodríguez ante el togado.

Prosiguió diciendo que le propuso ir a una residencia a la menor, pero que ella no aceptó y sugirió ir a una zona enmontada: 'me dijo que tenía un lugar al que había ido con unos amigos, ese lugar era más allá de Granabastos. Ella me dijo vamos a coger un bus de Cootrasur, me acuerdo que antes de montarme en el bus compré en una tienda varias botellas de agua, chocolates, galletas, maní y un Gatorade', manifestó el procesado. 

Este luego señaló ante el estrado y sin ningún tipo de pudor que en el sitio tuvieron tres relaciones sexuales y que el hecho fue consensuado. Eso también es contrario a la versión investigada por la autoridad. 

Aparte, Rúa Rodríguez mencionó que la discusión con la menor venezolana sobrevino del pago del dinero. 'Como yo le había dicho que le iba a dar $100 mil, pero compré agua, gaseosa, empanadas, las papas, y puse para los pasajes, el dinero se descompletó y le dije: te voy a dar 80 mil pesos, a lo que ella dijo que no. Le dije que le daba mi reloj y que después le daba el resto, ella siguió diciendo que no, entonces me enojé y le dije que le iba a dar $50mil pesos', afirmó. 

Sobre el particular, Rúa indicó que al final le dio 2 mil pesos a la joven para que se fuera. 

Posterior a ese relato, el procesado le señaló al juez que 'me quieren hacer ver como una persona mala, como lo peor del mundo… Se lo juro por mi hija que está en el cielo, con 8 meses de muerta… Cuando un hombre comete errores es de humanos, yo he hecho cosas que me he equivocado y le pido perdón a Dios… Yo tengo hermana, tengo prima, tengo mamá…'. 

Finalmente, ante el interrogatorio Lebith Rúa le cuestionó al togado: 'señor juez, si mi intención era abusar de esa niña, que ya le reconoció a uno la cara y todos los tatuajes, ¿usted cree que esa persona la va a dejar ir para que lo vaya a denunciar? ¿No es más fácil cogerla, matarla y enterrarla?'.

Ante eso, la fiscal decidió contrapreguntar: '¿por qué ella le comentó lo sucedido a su tía y a su padre?'. A lo que Rúa respondió: 'porque no llegamos a un acuerdo económico…¿si me entiende? No llegamos a un acuerdo económico, por eso fue que ella se fue a colocar esa denuncia'. 

El proceso contra el expolicía por el caso de la menor venezolana continúa el próximo mes, según expuso el juzgado. 

'No puede decir que es una mansa paloma...'

El abogado de Lebith Rúa Rodríguez, el penalista Hernando Arraut, sorprendió a la vista pública con los alegatos para justificar la no culpabilidad del acusado. Este mencionó: 'Yo no veo en este caso a ‘la Bestia del Matadero’ y no tengo nada que ver con el otro caso de Barranquilla', haciendo referencia al proceso de la estudiante del Sena.

Sobre el caso de la menor venezolana que denunció por violación a su defendido, Arraut señaló que 'ella no puede decir que es una mansa paloma. Sin ofender, sabemos cómo actúan las venezolanas en la ciudad'.