Compartir:

Dos días tenía Antonio Abel Ávila Cabrera de haberse estrenado el machete con el que fue atacado en su finca Los Cocos, en el corregimiento de Santa Cruz, jurisdicción de Luruaco (Atlántico).

El cuerpo del hombre de 78 años fue encontrado decapitado y desmembrado en un pozo tapado con hojas de árbol sobre las 7:00 p.m. del pasado lunes dentro de su finca llamada Los Cocos a las afueras de la población.

Su hijo Pedro Ávila, quien siempre lo acompañaba en sus jornadas, ese día no se fue con él porque debía realizar un trabajo en unos terrenos vecinos. Sin embargo, sobre las 10:00 a.m. llegó a los terrenos de su padre y le extrañó su ausencia, por lo que pensó que se había devuelto para la casa.

'Mi hermano estaba haciendo un arranque de yuca con otro compañero en otro lado y cuando regresó a la finca no encontró a mi papá. Él pensó que mi papá se había venido para el pueblo. Mi hermano pasó todo el día allá en la finca y no se percató de nada, no vio nada. Cerró todo a las 5:30, casi 6 de la tarde, para venirse porque pensaba que papi estaba en la casa', contó Joanis Ávila, la última de los cinco hijos de Antonio Abel.

La extraña ausencia del adulto mayor despertó el presentimiento de que algo le pudo haber pasado, por eso emprendieron viaje de regreso a la finca para buscarlo.

'Fuimos hasta allá hasta la finca, empezamos a buscarlo en todo el terreno. Conseguimos sus lentes al lado de un charco de sangre. Cuando ya vimos eso pensamos lo peor', dijo la mujer.

Palmo a palmo recorrieron las dos hectáreas y media de terrenos en compañía de varios vecinos. A la entrada el atroz descubrimiento derrumbó toda esperanza de hallarlo con bien.

Su cabeza, manos y piernas estaban envueltas con la ropa que vestía la víctima debajo del tronco y sobre este la funda que guardaba el machete que recién había adquirido.

'Ellos estaban robándole los cultivos a mi papá, no era la primera vez, pero ahora aprovecharon que estaba solo para cometer su atrocidad', indicó Joanis.

El cadáver estaba oculto dentro de un pozo donde suelen depositar los mangos que se pudren en época de abundancia y sobre este, una capa de hojas para evitar que fuera hallado con facilidad.

'En Medicina Legal nos dijeron que el crimen había ocurrido antes de 10 de la mañana porque cuando lo encontramos ya estaba escurrido', reveló la hija menor de Antonio.

Lo lincharon

Pese a que nadie dijo haberlos visto cometiendo el horrendo crimen contra Ávila Cabrera, gran parte de la comunidad en Santa Cruz y la familia de la víctima señaló a los hermanos Pérez Cabrera como los responsables del hecho.

Los identificaron como Keiner, Álex y Elvis, a quienes llaman ‘los Culebros’ y quienes aseguran que tienen azotado el pueblo con constantes robos y crímenes.

'Ya ellos intentaron matar a mi padre hace un año y medio. Como ahora, aquella vez mi papá los sorprendió robándole los cultivos y le lanzaron un machetazo, pero un perro que tenía mi papá saltó y recibió la herida. Los gritos de mi padre alertaron a los vecinos y acudieron al llamado y lo salvaron.

Joanis señaló que en esa ocasión interpuso una denuncia contra los agresores 'pero nunca me pararon bolas'.

Minutos después de conocer lo ocurrido al interior de Los Cocos, parte de la población decidió hacer justicia por mano propia y llegaron hasta las viviendas donde residen los señalados y les prendieron fuego al tiempo que buscaban a los hermanos para vengar el homicidio de Ávila.

'Estos bandidos tienen azotada la población y a mi papá cada vez que querían le destrozaban y robaban los cultivos, aquí han matado a cinco con mi padre. La comunidad está cansada de ellos y por eso tomaron justicia por mano propia', dijo Joanis.

A las 9:00 a.m. de ayer, uno de los señalados responsables fue linchado a piedras y machete por una turba enardecida.