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Con el tema ‘El Cóndor Herido’ de Diomedes Díaz, familiares de Antonio Abel Ávila Cabrera, el campesino que apareció decapitado esta semana en Luruaco, lo despidieron en un cortejo fúnebre oficiado en Luruaco, al que asistieron más de 100 personas.

La música retumbaba desde el Latin Turbo, un picó ubicado en la terraza de una de las casas vecinas al cementerio del corregimiento de Santa Cruz, en Luruaco al tiempo que el reclamo de justicia por parte de los hijos de Ávila Cabrera, de 78 años, se hacían cada vez más fuerte conforme se acercaban al camposanto.