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Amordazado y con signos de tortura fue hallado el cadáver de Gabriel José Castilla Santis, quien según la Policía Metropolitana de Barranquilla habría sido asesinado por un grupo de venezolanos que residía en una de las habitaciones arrendadas por este hombre de 65 años.

El macabro hallazgo ocurrió a las 9:55 de la noche del pasado lunes dentro de uno de los apartamentos del segundo piso, del edificio situado en la carrera 34 No. 60-11, barrio Las Gaviotas (Soledad).

Janet Ortiz explicó que volvió de trabajar a las 5 p.m. y encontró todo desordenado en el interior de su vivienda, situada en el cuarto piso de la edificación que administraba su esposo Gabriel Castilla.

Un vecino de la edificación, Douglas Reyes, de 60 años, contó que vio a Castilla sobre las 10:00 a.m. conversando con dos muchachas venezolanas que vivían también en el edificio.

El hombre salió y al regresar no encontró a las mujeres, pero el televisor de la habitación donde ellas vivían seguía encendido.

'Rompí el candado de la puerta y encontré al patrón (Castilla) muerto', aseveró Reyes.

Douglas sostuvo que los restos de Castilla yacían acurrucados sobre una colchoneta, con las manos amarradas, amordazado, además con lesiones en el cuello, como si lo hubieran asfixiado; también con marcas de golpes contundentes, similares a los de una tortura.

La hipótesis que presumen las autoridades es que se pudo tratarse de un robo, por la forma en cómo estaba la casa de la víctima.

Se presume que los homicidas estén en Santa Marta, pues los documentos de Gabriel Castilla fueron encontrados en esa ciudad.