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Como un 'premio' considera la Policía Metropolitana de Barranquilla las medidas domiciliarias que jueces de la República están concediendo a delincuentes reincidentes en delitos tan graves como la extorsión, el porte ilegal de armas de fuego e, incluso, el homicidio en la ciudad.

En la actualidad, según la Policía, desde el primero de enero de 2019 hasta la fecha hay 428 personas que han resultado beneficiadas con la medida de casa por cárcel, de las cuales 122 tienen antecedentes por los delitos antes mencionados.

El general Mariano Botero Coy, comandante de la institución armada en la capital del Atlántico, encendió las alarmas y señaló que es necesario trabajar mancomunadamente con los togados para que estos beneficios sean reconsiderados.

'Estamos trabajando junto con las autoridades y los honorables jueces de la República para que empecemos a mirar y a reconsiderar ciertas medidas porque hay varias personas que están capturadas por delitos gravosos como es el del homicidio, la extorsión y el concierto para delinquir, y algunos de ellos están gozando de medida domiciliaria', señaló.

El objetivo, según el oficial, es que la medida de casa por cárcel para delincuentes reincidentes o con este tipo de delitos graves sean desvirtuadas y estos sean enviados a la cárcel.

'No es posible que personas con sendos delitos como estos estén en las calles afectando a la ciudadanía. Aquí hay que mirar qué alternativas, desde el nivel central o departamental, se pueden tomar para que respeten esto o se cambia la medida', sostuvo Botero Coy.

Según datos revelados por la Policía Metropolitana de Barranquilla, en los últimos ocho meses, 38 personas que contaban con esta medida de prisión domiciliaria han sido asesinadas tanto dentro de sus viviendas como fuera de estas, incumpliendo la pena en acciones delincuenciales.

Daños colaterales. Lo más grave, según el comandante de la Mebar, general Mariano Botero, es que a esas 38 muertes de personas que tenían casa por cárcel se les suman 12 personas más que han sido víctimas colaterales en estos casos.

El general trajo a colación dos de los casos más recientes en los que menores de edad han resultados muertos.

El primero fue el ocurrido el 5 de marzo de este año en Rebolo, donde Breineider Utria Cuadrado, de 30 años, conocido en el sector como ‘Negro Bola’, fue asesinado de seis impactos de bala en la terraza de su casa mientras tenía a su pequeña de dos meses de nacida en brazos. La niña también murió.

El hombre tenía detención domiciliaria desde el año 2016 por homicidio.

También está el caso ocurrido en el barrio Los Olivos, donde el pasado 2 de abril Durley Patricia Diago Romero y su pequeña hija de un año fueron asesinadas también en la terraza de la casa donde vivían. En esa misma vivienda residía Franklin Romero, padre y abuelo de las víctimas, quien tenía prisión domiciliaria por delitos de extorsión y porte de estupefacientes.