Compartir:

El 18 de agosto de 2011 fue asesinado de varios tiros Óscar Eduardo Rodríguez Pomar. Era la 1:40 de la tarde cuando el joven de 28 años se disponía a regresar a su casa en el carro que era propiedad de su papá, Carlos Rodríguez Gómez, dueño de la  desaparecida Boutique y Sastrería GQ.

Las oficinas de GQ estaban ubicadas en la calle 72 con carrera 48, en el norte de Barranquilla. Y fue en las afueras del negocio donde el parrillero de una moto se le acercó al joven de 28 años y le disparó en dos oportunidades.

Óscar Eduardo logró salir del vehículo por la puerta del copiloto y corrió unos cuatro metros, distancia que le faltaba para parquear en la puerta del viejo negocio de su papá, pero el asesino lo persiguió y lo remató por la espalda. Su cuerpo sin vida quedó tendido sobre la vía.

Tras el hecho, las autoridades iniciaron una investigación que permitió capturar al autor material del homicidio que fue identificado como Diego Armando Acuña Carvajalino, alias Dieguito en diciembre de 2012.

Sin embargo, Acuña Carvajalino quedó en libertad por vencimiento de términos, pero fue recapturado en febrero pasado por hurto agravado de vehículos y porte ilegal de arma de fuego y municiones. ‘Dieguito’ fue condenado a pagar 21 años de prisión como autor material del homicidio.

Tras confesar haber sido el autor material del homicidio de Óscar Eduardo Rodríguez Pomar, alias Dieguito señaló como supuestos determinadores del mismo a José Guillermo Hernández Aponte, apodado ‘el Ñeñe Hernández; a Marcos Figueroa García, alias Marquitos Figueroa y Omar Alejandro Vanegas Lora, este último exalcalde del municipio de Tenerife, Magdalena, quien fue extraditado a una cárcel de EEUU por el delito de narcotráfico.

Actualmente el proceso por ese homicidio lo lleva la Unidad bacrim de la Fiscalía de Bogotá.

Fuentes cercanas al proceso informaron que el homicidio de Óscar Rodríguez Pomar se produjo por una equivocación, ya que al que iban a asesinar era al padre, para no pagarle una fuerte suma de dinero que este le había prestado al ‘Ñeñe Hernández’.