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Cuando se daba por hecho la salida de la cárcel de Picaleña de Ibagué por vencimiento de términos de Marcos de Jesús Figueroa Fonseca, señalado capo de narcotráfico y contrabando en La Guajira, el Juez Octavo Penal Municipal de esa ciudad lo cobijó con una nueva medida de aseguramiento por el delito de homicidio agravado.

En audiencias preliminares que se iniciaron hacia las 10 de la mañana de este miércoles en el interior del establecimiento de reclusión de alta seguridad y que concluyeron pasadas las 8:30 de la noche, el Fiscal 21 de la unidad contra el crimen organizado, Miguel Olaya, le imputó a Figueroa el delito en mención, del que resultara como víctima el joven Óscar Eduardo Rodríguez Pomar, ocurrido el 18 de agosto de 2011 en el barrio El Prado de Barranquilla.

La decisión del togado fue apelada por el defensor particular de ‘Marquitos’ Figueroa, sin embargo, la medida de aseguramiento quedó en firme y por lo tanto el señalado delincuente seguirá recluido en la cárcel de Picaleña.

'Ya no podrá ver la luz del día este personaje, lo cual para nosotros es satisfactorio. Pese a que la defensa de ‘Marquitos’ Figueroa apeló la decisión de la medida de aseguramiento intramural, esta quedó en firme y seguirá preso en la cárcel de Picaleña', dijo el abogado de víctimas, Miguel Ángel del Río Malo.

El jurista aseguró que las boletas de libertad que habían sido establecidas en favor de Figueroa Fonseca por vencimiento de términos quedan canceladas frente a la medida de aseguramiento actual.

'Estamos satisfechos, fue una semana muy complicada porque ‘Marquitos’ estuvo adportas de salir en libertad, pero la presión de las víctimas y estar encima de las instituciones, así como el haber puesto en la picota pública a la Fiscalía, de alguna manera dio los frutos que queríamos, y de alguna manera se dignifican las víctimas con este hecho', señaló el abogado Del Río.

La reciente boleta de libertad por vencimiento de términos que le había sido otorgada a Figueroa se debió a que ha transcurrido más de un año sin que la Fiscalía lo presentara en juicio por el doble homicidio del expolicia Juan Bautista Pérez Ruiz y Darwin Daniel Daza Lozano, este último de nacionalidad venezolana, quien según las autoridades, pertenecía a la estructura criminal de Marquitos Figueroa. El hecho se registró en 2012 en Valledupar.

El crimen

Óscar Eduardo Rodríguez Pomar, hijo del sastre, fue asesinado a tiros el 18 de agosto de 2011 frente a la antigua Sastrería GQ, ubicada en la calle 72 con carrera 48.

Rodríguez Pomar, de 28 años, fue interceptado por el sicario cuando hacía su arribo al lugar en un automóvil Ford Fusion, color champaña, de placa QHM-020. En ese momento, testigos dijeron que el sicario se acercó hasta la ventana de Rodríguez y disparó en dos oportunidades, impactándolo una sola vez.

Herido, Rodríguez logró salirse del vehículo por la puerta del copiloto y corrió unos cuatro metros, distancia que le faltaba para parquear en la puerta del viejo negocio de su papá, pero el asesino lo persiguió y lo remató por la espalda.

Por este crimen también fueron capturados Javier Enrique Acosta Munive, alias Coby; Ernestina Escorcia Hernández, conocida como ‘La Manca’ y Diego Armando Acuña Carvajalino, quien confesó haber recibido dineros por parte de la estructura de Marquitos para disparar contra el sastre Rodríguez Gómez, pero terminó asesinado al hijo de este.

Enredado en caso local

EL HERALDO conoció en primicia que la Fiscalía General de la Nación indaga si la desaparición del comerciante de automóviles Anthony Rivero Cantillo fue perpetrada por una estructura de cobros de alias Marquitos que opera en Barranquilla.

La familia del joven Antoni Rivero Cantillo, de 30 años, denunció ante la unidad de desaparecidos de la Fiscalía General de la Nación que no conocen su paradero desde el pasado lunes 17 de junio en horas de la tarde.

El pasado 21 de junio, funcionarios de la Fiscalía asignados a la investigación encontraron el vehículo en el que al parecer se desplazaba el hombre de 30 años, este tenía rastros de sangre que luego de ser analizados confirmaron que pertenecían al desaparecido.

Por este hecho fue capturado Roger Hernando Hernández Martínez, quien en audiencias no aceptó cargos por los delitos de secuestro extorsivo, amenaza, tortura y desaparición forzosa.

Según la Fiscalía, Hernández Martínez le habría entregado a Anthony Rivero Cantillo y a un tío de este una suma cercana a los 600.000 dólares entre el mes de febrero y marzo. Estos al parecer no cumplieron con unos pagos acordados y, por el contrario, empezaron a evitar encuentros con Roger Hernández Martínez y con un ciudadano dominicano que también era dueño de la elevada suma de la moneda estadounidense.

Al parecer el capturado y el extranjero tendrían nexos con el grupo de Figueroa.