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La delincuencia en Barranquilla no da tregua y aprovecha cualquier situación para sacar provecho.

Así mismo ocurrió el miércoles en la noche en el parqueadero de una cancha sintética ubicada en la carrera 53 entre calles 74 y 75, en el norte de la ciudad, cuando los dueños de tres vehículos se encontraban jugando un partido de fútbol.

A las 8:19 de la noche llegaron a ese lugar dos sujetos a bordo de un vehículo marca Renault Clio gris, del cual uno de ellos se bajó y con una linterna revisó el interior de un Chevrolet Sail. Acto seguido el delincuente se subió al vehículo y se marchó con su acompañante.

Pasados tres minutos, el sujeto regresa caminando al parqueadero y nuevamente con la linterna revisa el Chevrolet Sail y se retira.

Un minuto después,  el mismo sujeto regresa, pero sigue su camino sin detenerse donde se encontraban los tres vehículos parqueados.

Transcurrido otro minuto, regresa nuevamente al parqueadero y con la linterna revisa los otros dos vehículos durante seis minutos.

A las 8:30 llega un taxi, del cual se bajan el conductor y un acompañante que se alejan del lugar, momento que es aprovechado por el delincuente para, con un destornillado, hacer un agujero en la parte baja del vidrio del lado del conductor.

Una vez logró abrir el agujero, el sujeto bajó el vidrio e ingresó de cabeza al vehículo, dejando medio cuerpo afuera, para apoderarse de un morral en el que estaba guardado un computador portátil y documentos de la víctima. Finalmente se fue caminando.

Al escuchar la alarma del vehículo, el propietario del mismo salió a ver lo que ocurría, pero ya el delincuente se estaba marchando en el vehículo del cómplice que lo recogió.