Dentro de un cofre de madera de 30x20 cm, aproximadamente, adornado con una cinta blanca donde se lee el nombre de Marlon Elías Moreno Martínez en letras doradas recibieron los familiares los restos del joven que salió de su casa con la esperanza de un trabajo y nunca regresó.
El pasado 27 de agosto, en la ciudad de Valledupar (Cesar), en un encuentro de familiares de víctimas del conflicto armado, Doris Martínez recibió de manos de la Fiscalía el cofre con los restos de su único hijo varón, de quien desconocía su paradero desde el 31 de diciembre de 2008.
'Mi hijo me llamó el 2 de enero y me dijo que había conseguido trabajo en una finca y que estaba bien. Esa fue la última vez que hablamos', contó la compungida mujer, que llora con resignación su pérdida.
Desde ese momento Doris y su hija Yiset iniciaron un viacrucis casi que diario a las instalaciones de Medicina Legal para saber si había llegado algún cuerpo que coincidiera con las características de su hijo Marlon.
'En 2017 por fin su nombre apareció en una lista en Medicina Legal; aparecía como muerto en combate, pero mi hijo no era guerrillero, él salió de aquí a trabajar', sostuvo la mujer.
Este miércoles, el cofre con los restos de Marlon Moreno llegó a Barranquilla y en la sala de su casa, ubicada en Ciudadela Metropolitana (Soledad), familiares y vecinos lo velaban.
'Una madre nunca se cansa de esperar, pero no era así como esperaba recibir a mi hijo después de tantos años', agregó Doris.
La familia Moreno Martínez dará el último adiós a Marlon en la tarde de hoy en el cementerio Universal.