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Una nueva ola de estafas telefónicas tiene en alerta a los barranquilleros. A través de la línea de denuncias de Wasapea, EL HERALDO conoció un caso en el que dos mujeres terminaron siendo víctimas de engaño por medio de estafadores que lograron conseguir 2 millones 531 mil pesos. 

La estafa se conoció cuando patrulleros de la Policía Metropolitana de Barranquilla llegaron a la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía con varias personas que habían protagonizado una gresca en el barrio El Pueblito, ubicado en el sur occidente de Barranquilla. 

De acuerdo con lo relatado por una fuente cercana al caso, al mediodía del jueves una mujer llamada Gabriela, de aproximadamente 30 años y de la cual no se pudieron obtener más datos, ingresó al local de una empresa de giros con la intención de hacer varias recargas a líneas telefónicas. 

A Gabriela, según afirma la fuente, la habrían contactado en días anteriores a través de su teléfono celular diciendo que era la ganadora de un carro y cierta suma de dinero, pero que primero debía seguir unos pasos.

A través de llamadas, le solicitaron que hiciera recargas telefónicas por montos entre 50 y 80 mil pesos. La mujer, engañada, aceptó y, el jueves, en medio de su jornada laboral, llegó a las oficinas de la empresa de giros en el barrio El Pueblito. 

Allí, la mujer se habría ganado la confianza de la joven cajera Shirley Martínez mientras hacía las primeras recargas por aproximadamente 200 mil pesos. Desconfiada, Shirley le pidió a Gabriela que pagara las recargas, pero esta aseguró que tenía todo el dinero y le pidió que no se preocupara y, por el contrario, le siguiera ayudando con las recargas. 

En el proceso, Gabriela hablaba por teléfono con las supuestas personas que le entregarían el premio. Estas personas le iban indicando los números de teléfono a los que marcar y hacer la recarga. 

La incauta cajera de la empresa de giros continuó el trabajo que le solicitó la mujer, hasta completar 51 recargas a números de teléfono diferentes, por un total de dos millones 531 mil pesos.

Según testigos, al solicitarle el pago de las recargas, Gabriela afirma que debe ir a un cajero automático a retirar el dinero, pues ya debía haberlo recibido en tanto habían 'caído' todas las recargas.

Entretanto, se conoció que uno de los supervisores de la empresa de giros llegó al local y, al exponerle la situación, acompañó a la mujer a hacer el retiro. Para sorpresa de ambos, el dinero no estaba.

Las personas habrían regresado al local y, entre reclamos y cuestionamientos, se inició una gresca en la que, según cuentan, terminaron involucrados hasta un vigilante un los mototaxistas que suelen parquear a las afueras del local.

Patrulleros de la Policía en la zona intervinieron en la discusión y detuvieron a varias de las personas involucradas, entre ellas Gabriela, la mujer que solicitó las recargas, y Shirley, la cajera del local.

Los capturados fueron llevados a la URI de la Fiscalía en la tarde de ayer y allí, con presencia de abogados y familiares de ambas mujeres, llegaron a un acuerdo que evitó que se interpusiera una denuncia, pero que deja constancia de que fueron víctimas de estafadores vía telefónica. 

Se conoció que Gabriela logró conseguir parte del monto de las recargas debido a que su compañero habría empeñado la moto, pero solicitó plazo hasta la próxima semana para pagar el resto. Mientras tanto, la empresa de giros impidió que Shirley siguiera trabajando hasta tanto no se repusiera la totalidad del dinero.

Un funcionario de la empresa de giros reveló de manera extraoficial que este no sería el primer caso que se presenta de esta modalidad de estafa y piden apoyo de las autoridades para mantener alerta a la comunidad.