La profesora Sandra* contestó el teléfono pensando que la estaba llamando un compañero de trabajo que le pediría cuidar un examen; sin embargo, una voz desconocida le hizo saber que se trataba de una amenaza de muerte.
Eran las 10:00 de la mañana de este jueves cuando timbró el celular. Como es usual, se encontraba en la institución educativa distrital que está ubicada en el suroccidente de la ciudad y en la que funge como docente de lengua castellana desde hace un año y medio. Ella contestó la llamada.
'Al responder, la persona se presenta y comienza diciendo mi nombre y algunos datos personales que solo podría conocer una persona allegada a mí. Después me dijo que era un comandante del Clan del Golfo reconocido por sus maneras sanguinarias en Córdoba, Antioquia y Sucre; y que necesitaba comunicarme algo', relató la docente a EL HERALDO sobre los hechos que denunció ante la Sijín de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Hasta ese momento, Sandra no le había dado mucha importancia a lo que le decían, pues podría incluso haberse tratado de una broma; pero pronto su interlocutor empezó a explicarle de lo que se trataba.
La llamada. Este medio conoció en exclusiva el audio en el que quedó registrada la conversación de la profesora con el intimidador:
'Este comunicado que se le va a dar quede para usted y para nuestra organización, que esto no llegue a oídos de terceros para que no vayamos a tener ningún inconveniente(...)Como usted sabe, profesora, nosotros hace más o menos unos ocho años empezamos una guerra a sangre y fuego', inició diciendo el delincuente para asegurar que, en estos momentos, la organización criminal a la que pertenece controla el 90 % del departamento de Atlántico, pero desde hace tres meses tuvieron que hacer un 'trabajo de inteligencia' porque se venían presentando 'anomalías' en Barranquilla.
'Encontramos que hay mucho informante del Gobierno y de la guerrilla; mucho consumidor y expendedor de droga; mucha prostitución infantil, niñas de 11, 12 y 13 años acostándose con hombres adultos por dinero, inclusive en algunas ocasiones con algunos docentes, líderes y políticos de esta ciudad. Mucho docente corrupto, ladrón y se están prestando para ingresar droga a los establecimientos educativos, ¿entendido?', informó el hombre.
Ante el extraño mensaje, Sandra preguntó: '¿Con quién hablo yo?' La respuesta llegó con un tono más agresivo.
'Señora, ya le he dicho dos veces con quien habla, si me toca decirle una tercera vez me va a tocar decirle también que coja sus cositas con su esposo y se me vayan de esta ciudad y de los 29 departamentos donde nuestra organización tiene influencia', amenazó el delincuente.
'No entiendo el motivo de la llamada porque no estoy haciendo nada ilícito', argumentó la profesora que para ese momento estaba presa de los nervios. Allí, según afirmó la docente y quedó registrado en el audio, comenzaron las fuertes amenazas.
'Vea profesora, le doy cuatro horas para que se vaya de esta ciudad o vaya avísele a la ley para que la cuide las 24 horas (...) no es que usted tenga problemas con nosotros, ni que vayamos a asesinarla, necesitamos darle un comunicado como docente (...) Si usted cree que esto es un juego, coja sus cositas y váyase para no asesinarla(...) Queda declarada objetivo militar usted y su familia para que aprenda a respetar cuando se le está dando un comunicado de parte de un grupo al margen de la ley, ¿entendido, señora?', sentenció el sujeto.
La llamada continuó por unos minutos más en los que el delincuente le aclara a la profesora que al menos otras 30 personas estaban recibiendo llamadas similares a esa y que las víctimas no eran solo docentes, sino también 'gente del comercio, gente del transporte y gente del común'.
Lo investigan. La docente afirmó que las autoridades investigan el caso, pero que estos le dijeron que dudan de que realmente se trate de un miembro del ‘Clan del Golfo’ pues, afirman, este grupo delincuencial no tiene injerencia en la ciudad. Mientras tanto, la profesora recibió de la Secretaría de Educación distrital una licencia que le permite quedarse en casa, siguiendo las recomendaciones de la Policía.
*Se cambió el nombre de la víctima por seguridad.