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Dayan David sigue jugando en la terraza de su casa. Aún no preguntó por su hermanito mayor, José David, quizá porque era normal que no pasaran mucho tiempo juntos, puesto que este vivía en dos casas, la de su madre y la de su padre. O quizá porque la inocencia de un niño de 2 años no da para entender la magnitud de la tragedia que afronta la familia Morales Higirio.

A sus cuatro años de vida, José David dejó de existir en el mundo de los vivos. Su pequeño cuerpo deslizó dentro de un canal de aguas lluvias y fue a dar al arroyo del barrio Las Malvinas, y aunque fue posible su rescate no logró sobrevivir al agua que invadió sus pulmones.

Eran aproximadamente las 4 de la tarde del miércoles cuando sobre gran parte de Barranquilla cayó un torrencial aguacero que aumentó la corriente de agua que baja por la calle 102 con carrera 8F del mencionado barrio, justo donde el pequeño se bañaba en compañía de otro niño de 8 años.

Una mezcla de ingenuidad, descuido, falta de prevención y hasta un poco de azar le jugaron una mala pasada al menor que fue arrastrado varios metros y aunque hubo una persona que arriesgó su vida por tratar de salvarlo, no pudo hacer más por conseguirlo.

‘Siento culpa’

Benito José Alcázar Jinete fue ese ‘héroe’ que se lanzó sin pensarlo mucho cuando vio que en medio del caudal se asomaba una pequeña cabeza tratando de mantenerse a flote.

'Me tiré y logré alcanzarlo y lo tenía arriba mirando si había alguien quien me ayudara a sacarlo, pero nada, no había nadie. No sé cuánto tiempo fue, pero lo sentí eterno, trataba de tenerlo arriba, pero el agua también me estaba arrastrando y lo solté. Logré coger impulso otra vez y lo volví a alcanzar, pero ya nos acercábamos a la curva y no pude hacer más. Le pedí a Dios que lo protegiera y lo guardara', relató el joven.

El hombre, aún con la agonizante escena en la cabeza, dijo sentir culpa por no haberlo podido salvar.

'Esto es duro, es un angelito inocente. Aquí los niños siempre salen a bañarse, aquí siempre hay gente, pero ayer, como nunca, no había muchos aquí, la mayoría estaba en un velorio y eso tampoco ayudó. Mi mujer me estaba insistiendo para ir, pero yo le dije que no y era por esto, yo tenía que estar aquí para ayudar a ese niño, pero lamentablemente no pude hacer más por él', dijo Alcázar Jinete.

Otro detalle que también influenció, según Benito José, fue el desespero de la abuela paterna Jane Morris, quien en la agonía se lanzó al agua al saber que el niño había caído.

'Pudimos ser tres los ahogados. Yo me tiro por el niño, pero la señora también y entonces a ella se la estaba llevando el agua y otro muchacho que vio lo que estaba pasando se metió para ayudarla a ella. Que si ella no está, el pelao me hubiera ayudado a mí con el niño y quizá lo hubiéramos salvado', sentenció el joven.

José David Morales fue rescatado por otra persona como a 500 metros de donde cayó inicialmente. Para ese momento ya había llegado la máquina del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla.

'Al niño se le verificaron los signos vitales y aún tenía, por lo que se procedió a prestarle los primeros auxilios con respiración boca a boca y logró expulsar agua. Rápidamente lo llevamos al Paso El Pueblo, donde lamentablemente falleció', comentó en su momento el capitán Jaime Pérez, comandante de los Bomberos.