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A Lucy Torres y Diana Plata no les daba mucho miedo la supuesta bomba por la que más de 15 policías se movilizaron al barrio Ciudadela 20 de Julio en la mañana de este viernes.

Eran alrededor de las 6:10 de la mañana y ambas mujeres salieron de sus casas hasta la carrera 3B, entre calles 45 A y 45 C, para registrar con sus teléfonos celulares el operativo que adelantaban oficiales de la Policía Metropolitana de Barranquilla, tras haber sido alertados por un ciudadano sobre un objeto sospechoso al lado del caño.

El odontólogo Cástulo De la Asunción lo vio todo desde la terraza de su casa, ubicada en la esquina de la calle en la que encontraron una bolsa negra sospechosa que emitía un sonido similar al de un reloj y que parecía ser un artefacto explosivo.

Por su parte, Bertha Fernández aseguró que apenas estuvo un rato pendiente del alboroto que habían armado en el barrio, pues estaba concentrada en vigilar que su hija saliera de la casa hacia el colegio y luego arreglándose para salir.

A alrededor de las 8:00 de la mañana, dijo Bertha, se empezó a dispersar la gente, los policías guardaron los equipos y los perros del grupo de antiexplosivos. También desacordonaron el área y se llevaron la supuesta bomba que amenazaba y tenía en alerta a la comunidad.

Sin embargo, el único que estuvo en esa calle antes, durante y después de la alerta, fue Jesús Antonio Pimentel, al que los vecinos llaman vigilante. Él fue uno de los primeros en darse cuenta de que no se trataba de una bomba, ni siquiera un arma o cualquier tipo de objeto amenazante. Lo que asustó a la comunidad y puso en alerta a la Policía era un juguete.

'Yo estaba aquí desde temprano, como a las 5:30. Pasó un es reciclador y se puso a hacer su labor mirando algo que le interesara por ahí. Entonces, me dijo que ahí había una bolsa negra y tenía como un detonante, algo que sonaba ‘tic, tic, tic, tic’. De ahí se fue regando la bola y la comunidad fue enseguida llamando a la Policía', relató Pimentel.

La inspección

Cuando alertaron a la Policía, contó Bertha Fernández, llegaron varias patrullas a atender la falsa emergencia.

'Cuando mi niña salió para el colegio, vi que estaba una patrulla en la esquina. Después llegaron más patrullas. Esto se llenó de policías. También vinieron los de antiexplosivos a revisar la bolsa negra. Yo no me acerqué porque, aja, dicen explosivo y a uno le da miedo', relató Bertha, quien se echó a reír cuando recordó que se había tratado de un juguete.

En el lugar, para atender la emergencia, hicieron presencia el comandante de la Estación de Policía de Ciudadela 20 de Julio, el capitán Julio Guerrero; el comandante del Distrito Cinco de la Policía, capitán Jorge Correa; el comandante operativo (e) de la Policía Mebar, coronel Jorge Pinzón Villaroel; un equipo de antiexplosivos y personal de la unidad Guía Canino.

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