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Dos de los ocho capturados el pasado martes por el secuestro de Rodolfo ‘Fito’ Acosta 'hacían parte del círculo de negocio del empresario y fueron los encargados de brindar toda la información de tipo económico y familiar de las víctimas'.

Con esa afirmación, el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, ofreció detalles sobre la operación ‘Bicentenario’, que derivó en la captura de las personas, entre ellos un policía activo y dos retirados, que son señaladas de participar en el secuestro del empresario y su esposa Katia Arrieta el 31 de agosto de 2018.

Al parecer uno de ellos sería Alexander Eduardo Torres de Nubila, barranquillero, abogado, 40 años, alias el Socio.

'Este fue un secuestro netamente extorsivo', dijo el general al momento de señalar que durante el rapto del empresario los captores pidieron una suma de 5 millones de dólares y después, en medio de 'una especie de negociación interna', se llega a un acuerdo de un millón de dólares 'que nunca fue cancelado'.

'Hay otra participación de un expolicía, dos policías que en su momento estaban activos y otros delincuentes de Barranquilla. Ellos (los policías) permitieron el uso de prendas de uso privativo de la Policía', destacó el general Alarcón.

Legalizan captura. Ante el juez Promiscuo Municipal de Galapa se realizó la tarde de ayer la audiencia de legalización de captura de los detenidos por el secuestro del empresario .

El juez dio legalidad a las detenciones. Las audiencias restantes (imputación y solicitud de medida de aseguramiento) se realizarán el martes 3 de diciembre, ante el mismo despacho.

Los capturados en el operativos fueron identificados como Jorge Alberto Cuadro Herrera, 59 años, de San Jacinto, Bolívar, alias Tío Jorge, a quien las autoridades señalan como cabecilla de la banda; el segundo al mando, Gonzalo Alberto Moya Ardila, 45 años, barranquillero, abogado de profesión y conocido con el alias del Abogado; tercero al mando, Alexander Eduardo Torres De Nubila.

Los otros detenidos son Juan Pablo Gómez Múnera (ver recuadro), natural de Maceo, Antioquia, 34 años, comerciante, alias Aristi, quien cumplía el rol de caletero; los conductores de la banda eran el policía Andrés Miguel Comas Torres, barranquillero, 21 años, alias Comas; y Aldair de Jesús Ortega Cabrales, soledeño, de 21 años.

El policía Edivaldo Torres Santodomingo, de 30 años, según las autoridades, servía como reclutador; mientras que Erick David Reyes López, 31 años, bombero, capturado en la carrera 22B con calle 68C del barrio San Felipe, alias Reyes, era colaborador.

Así fue el secuestro. El relato que manejan los investigadores judiciales sobre el secuestro de Rodolfo ‘Fito’ Acosta indica que a las 08:30 a.m. del 31 de agosto de 2018, en la carrera 53 con Avenida Circunvalar, norte de Barranquilla, un grupo delincuencial montó un falso puesto de control de la Policía.

Los delincuentes vestían prendas de uso privativo de la institución y detuvieron el vehículo que era conducido por el empresario Acosta, quien iba con su esposa.

Los hombres le pidieron a las víctimas bajar del carro para una requisa y aprovecharon para obligarlos a subirse en la parte de atrás del automotor. Luego los llevaron hasta una vivienda en el barrio Los Olivos, en Barranquilla, donde fueron recibidos por varias personas, quienes los encerraron en una habitación y les pidieron 5 millones de dólares por su liberación.

Después la banda optó por liberar a Katya Barros para que negociara la liberación de su esposo.

Tras casi dos días de búsqueda, Rodolfo Acosta llegó a su casa en un taxi que habría pagado con la plata que sus captores le dieron. De acuerdo con el testimonio del empresario, la presión de la Policía hizo que los captores lo liberaran.

'Me soltaron por insoportable. Me dieron $20.000 pa’ un taxi y me liberaron, estuve siempre en Barranquilla, por los lados de La Pradera', dijo.