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Diego dice conocer 'muy bien' el entramado que se ha tejido en el Caribe para 'producir' con 'buena calidad' los cientos de millones de pesos falsos que circulan en toda la región. 

Para que la eficacia del negocio se mantenga, dice el hombre, a veces es necesario que se establezcan 'alianzas entre los grupos' no solo para la distribución de los billetes falsos, sino para su elaboración.

Pero ha sido esas mismas 'alianzas', según *Diego, las que han causado en los últimos años desapariciones, muertes y capturas.

 'La ambición es algo que el ser humano jamás ha podido controlar. Esa misma fuerza ha llevado a que las traiciones dentro de las alianzas se den de manera despiadada', comenta el hombre, quien asegura haber pertenecido a una uno de esos grupos que en su momento luchó por tener 'el manejo total de ese negocio en la Costa'. 

El hombre afirma que la consolidación de ese tipo de 'negocios' pasa desde tener a alguien que suministre el capital inicial, pasando por las máquinas y químicos hasta llegar a las personas que hagan la distribución del billete falso. 

'La mayoría de las veces se da un papel que se asemeja al moneda, no solo en sus características de grosor y tacto, sino también olor y color. Ese papel mayormente se fabrica en Bogotá o Medellín', explica Diego.

El hombre aclara que el trabajo que hacía Luis Carlos Narváez Narváez, a quien identifico como ‘El Diablo’ y que fue asesinado junto a Leonel Andrés Cadena Rodríguez en septiembre pasado, en lo que se conoce como el Caso Las Flores, era 'una completa estafa'. 

'La muerte de esos dos hombres junto con la desaparición de Anderson Quintero hace tres años se da porque ellos lo que hacían era estafar a sus clientes, los engañaban. Ellos hacían creer que elaboraban los billetes, pero era falso. Trabajaban con un papel que era impreso en Bogotá y que traían los sellos de los billetes de $50 mil, que al ser sumergidos en agua con yodo pone en relieve los elementos del billete', detalló el hombre. Agregó que esta técnica se conoce en ese mundo como 'el bolillo'. 

Diego asegura que conoció a ‘El Diablo’ y a Anderson , tanto en Barranquilla como en ciudades de Córdoba, y estas manejaban 'el bolillo' a la perfección. 

Todo lo hacían, según la fuente, 'jugando con la confianza de sus clientes', al hacerles creer que elaboraban billetes de 'alta calidad' y lo que hacían era 'un cambiazo', porque se quedaban con los billetes originales y solo entregaban los falsos. 

'Esa modalidad también quería ser copiada por personas que se hacían pasar por clientes. Los contrataban, veían como se hacía todo el procedimiento y después desaparecían a las personas. Los clientes solo querían, muchas veces, conocer las últimas técnicas en materia de falsificación', acota el informante.