En la pared blanca de la sala de la casa donde reside la familia de Jaime Rafael Dieppe Domínguez, de 45 años, hay un hueco enorme. La reja que protegía la ventana está en el suelo y los vidrios están amontonados en un rincón de la terraza. El lugar es la muestra de la tragedia que, en la noche de este viernes, les arrebató a uno de los miembros más queridos del clan. Eran las 10:48 de la noche y en el sector del barrio Marta Gisela, en Soledad, no había fluido eléctrico, razón por la que Jaime Rafael decidió sentarse en la terraza a coger un poco de aire. 'Los niños no podían dormir por el calor, entonces mi tío se sentó con ellos afuera. Él tenía cargado a mi sobrino de 6 años, y mi otro sobrino, de 12, estaba sentado en otra silla. Cuando ve que viene el camión a toda velocidad para encima, lo que hizo fue tirar al niño para un lado y el quedó debajo del camión', contó Sandra Romero, sobrina de la víctima. Dice la mujer que al escuchar el estruendo salieron inmediatamente y vieron cuando del camión, un Ford 750, de placa TBB-807, de color verde, se bajó un niño de aproximadamente 10 años, quien era el que iba manejando, y del lado del copiloto otro hombre. Ambos salieron corriendo del lugar despavoridos ante la magnitud del hecho que habían causado. 'Ese niño no alcanzaba ni a ver bien en el camión porque quedaba bajito, y venían a toda velocidad, no pudo controlar y dio un giro que terminó estrellándose contra la casa y matando a mi tío, una persona tan buena', dijo la joven. En cuanto a los niños heridos, ambos permanecen en la clínica Campbell. El niño de 12 años sufrió fractura de la pierna izquierda, mientras que el menor de 6 años, es quien más delicado está, pues tiene trauma craneoencefálico. 'Tienen que someterlo a una cirugía porque tiene varios coágulos en la cabeza y deben frenarlos. Su estado es complicado', contó Sandra.