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Y se repitió la historia. El evento de ‘Troja a La Calle’ que se ha venido realizando en los últimos años cada primero de enero, volvió a terminar en medio de botellas volando y unidades del Escuadrón Movil Antidisturbios.

El pasado miércoles, desde la una de la tarde se abrieron las puertas a la verbena organizada por el estadero La Troja, declarado por el Instituto Distrital de Cultura como Patrimonio Cultural y Musical de la Ciudad, que estaba amenizado por el picó ‘El Lobo’ y que ocupaba un amplio tramo de la carrera 44 y parte de la calle 74, las cuales fueron cerradas al paso de vehículos.

Sobre la tres de la tarde, el aforo del lugar, unas 2 mil personas, ya se había copado; sin embargo, las personas continuaban llegando al lugar con la intención de ingresar, pero como no pudieron hacerlo la mayoría decidió quedarse en los alrededores, donde hay otros sitios que expenden licores y otros tantos de comida.

Todo transcurría en calma, no obstante la ingesta de licor ya había hecho sus efectos de descontrol y frenesí, lo que generó que en cuestión de segundos la calma del evento y las zonas aledañas se viera interrumpida por el lanzamiento de botellas y piedras, lo cual provocó un estampida que buscaba un lugar para resguardarse.

Personal del Esmad llegó repartiendo gases lacrimógenos para dispersar a las personas que generaron los desmanes.

En la sede sur de La Troja, en la carrera 8 con calle 44, también se registró alteración del orden.