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En un acto público realizado en la mañana de hoy en Plaza Central de Baranoa, que le dio cumplimiento a un providencia emanada por el Tribunal Administrativo del Cesar, el comandante del Batallón de Artillería No. 2 La Popa, teniente coronel Henry Orlando Leguizamón Galindo, ofreció disculpas públicas por los asesinatos de Roberto Henry Taguer Bolívar, 22 años; y Cristian Camilo Santiago Redondo, 19.  

'La muerte de los jóvenes no ocurrió con ocasión de un combate entre tropas orgánicas de esta unidad militar y miembros del Frente 41 ONT Farc, sino por el contrario fue consecuencia de un homicidio en persona protegida por el Derecho Internacional Humanitario, perpetrado por el actuar individual y excesivo de algunos efectivos militares', señaló la unidad militar en un comunicado.

El comandante del Batallón de Artillería No. 2 La Popa agregó que ofrece disculpas a los familiares de las víctimas por los dos homicidios que ocurrieron el 27 de abril de 2005 en el sitio conocido como la vía Bocatoma, finca La Vega, corregimiento de San José de Oriente, municipio de La Paz, César. 

Roberto Henry Taguer Bolívar y Cristian Camilo Santiago Redondo eran naturales del municipio de Baranoa, en el Atlántico. 

Se espera que próximamente se realice un acto similar que cobije a Deivis de Jesús Pacheco Hernández, 17, la tercera víctima de este caso, catalogado como un ‘falso positivo’. 

Los asesinatos

De acuerdo con la investigación adelantada por el fiscal instructor, el 26 de abril de 2005 los jóvenes Roberto Henry Taguer Bolívar, Cristián Camilo Santiago Redondo y Deivis de Jesús Pacheco Hernández salieron de sus residencias en el municipio de Baranoa (Atlántico) con rumbo a una finca en el departamento del Cesar, donde según la persona que los contactó trabajarían en la recolección de café.

Al día siguiente, 27 de abril, tropas de contraguerrilla adscritas al Batallón La Popa, acantonado en Valledupar, reportaron la muerte de tres hombres no identificados pertenecientes a las Farc, durante combate librado en el corregimiento San José de Oriente, municipio de La Paz (Cesar). El 3 de octubre del mismo año familiares de las víctimas, alertados por terceros, reconocieron los cuerpos de Taguer, Santiago y Pacheco.

En su momento Alfonso Santiago Palma, padre de Cristian Camilo Santiago, sostuvo que a su hijo lo había ido a buscar a su casa un tipo en una moto el 26 de abril en la mañana. Se despidió y lo último que les dijo era que no se preocuparan porque se iba a trabajar, de ahí no supieron más nada del joven.

Asimismo, Isabel Bolívar Cuervo, madre de Roberto Tawuer, y Mery Hernández Silva, la de Deivis de Jesús Pacheco Hernández, contaron que sus hijos solo les dijeron que habían conseguido trabajo en otra parte, pero que no podían decirles de qué se trataba y que para eso no necesitaban llevar documentos. 'A nuestros hijos los engañaron con la promesa de darles trabajo, pero al día siguiente que se los llevaron los mataron y los hicieron pasar como guerrilleros, lo que hicieron fue un falso positivo', dijeron las dolidas madres.

En su providencia el fiscal del caso señaló las contradicciones detectadas en las versiones de los procesados, también se refirió al detalle de que uno de los supuestos subversivos muertos hubiera estado en el monte combatiendo calzado con mocasines, sin olvidar los numerosos testimonios rendidos por vecinos y amigos de los jóvenes ultimados con respecto a su no pertenencia a ningún grupo ilegal, y la inexistencia del choque armado según informes técnicos, entre otros aspectos.

Por estos asesinatos las autoridades condenaron a 40 años de cárcel a los militares Carlos Andrés Vergara Mejía, teniente (r), y los entonces soldados profesionales Hiliar Enrique Martínez Guester y Darwin José López Orozco, como coautores responsables del delito de homicidio en persona protegida.