A simple vista, el Boliche es otra Barranquilla. Las calles permanecen atestadas de buses, carretas y camiones que no paran de cargar y descargar productos. El ritmo de vida es acelerado, como si se moviera al ritmo de un imparable pique de champeta, bajo el sin igual perfume de los pescados y la carne descompuesta.
Sin embargo, lo que hoy aqueja a esta zona deprimida de la ciudad es un mal que se ha extendido a toda Barranquilla: los robos.
Según contaron personas que trabajan en el sector ubicado entre las calles 28, y 29, de la carrera 39 a la 43; desde mediados de 2019 los robos se han venido incrementando, pero el flagelo se ha sentido mucho más fuerte desde diciembre del año pasado.
'Esto está intrabajable, vivimos con una zozobra permanente de que nos vengan a atracar. La inseguridad es bárbara', dijo a EL HERALDO Pedro Carreño, uno de los abarroteros que denuncia que en el mítico sector urbano los principales afectados por la ola de hurtos son los depósitos y surtidoras.
Kelly Pinto, quien trabaja en Abastos El Camino, dijo que cada día los robos son más frecuentes y el miedo va en aumento.
'Siempre se han registrado robos aquí, pero desde unos meses para acá han sido más continuos y a locales muy cercanos, aquí al lado o en frente; entonces, cada vez uno vive más nervioso de que le vaya a tocar', explicó Kelly.
Pero en su denuncia hay un agregado y es que los robos se han venido cometiendo en lo que sería una nueva modalidad de hurto, más organizada y con 'mejores' resultados.
De hecho, el pasado 7 de diciembre uno de los depósitos del sector, el Santander, perdió $45 millones por culpa de inescrupulosos asaltantes.
Algo similar ocurrió el 15 de enero cuando atracadores ingresaron al depósito El Jaguey y se llevaron $15 millones.
'En combo'
En los locales comerciales que han sido víctimas de la delincuencia, como el de Pedro Carreño, han quedado registrados los robos. Como resultado, los videos dan cuenta de lo que sería una nueva modalidad de hurto.
En sí, la ejecución del robo es sencilla. Llegan grupos de personas armadas –generalmente hombres– en motocicletas. La mitad entra y la otra mitad se queda afuera del local, siempre alerta, esperando.
Mientras tanto, en el interior del depósito cada ladrón toma un lugar específico, y en segundos neutralizan a los trabajadores y clientes intimidándolos para llevarse el dinero de las cajas y, de paso, sus pertenencias.
Según comerciantes, los robos se registran 'a cualquier hora'.
En dos de los videos de cámaras de seguridad a los que tuvo acceso EL HERALDO, los atracos se registraron alrededor de las 3:30 de la madrugada, pero en otros casos los hurtos han sido a plena luz del día.
'Aquí en la madrugada es donde más ha habido robos porque hay menos vigilancia. Atracan más que todo a los grandes comerciantes', dijo Víctor Varela, quien vende frutas frente a un depósito del Boliche.
Para la Unión de Comerciantes en Atlántico, Undeco, el problema no es desconocido y la preocupación va en aumento.
'Esta situación no es habitual, se ha venido presentando en los últimos dos meses y por eso estamos alarmados. El modus operandi es muy parecido en todos los casos, casi igual. Son de seis a 10 personas que llegan armados, someten a las personas, hacen el taquillazo y en 50 segundos o un minuto se llevan todo', expresó a EL HERALDO Orlando Jiménez, vicepresidente de Undeco.
'Han bajado las ventas'. 'Es visible la inseguridad que hay en el sector y a causa de eso las ventas se han caído bastante. El problema viene creciendo desde hace unos seis meses, pero en diciembre se sintió bastante', dijo uno de los abarroteros que prefirió ocultar su identidad, pero que pide a las autoridades mayor presencia y unidad a la hora de trabajar por el sector.
'Aquí está únicamente una patrulla y eso no da abasto para todo lo que pasa aquí. En los alrededores hay muchos coletos que los tienen, como dicen aquí, de ‘mosca’, que están viendo todo lo que pasa y avisan para que vengan a robar', aseguró.
¿Seguridad privada?
El comerciante Pedro Carreño explicó que entre asociaciones han tratado de buscar una solución a la problemáica, pero hasta ahora no ha dado resultados plausibles.
'Yo pertenezco a una asociación de comerciantes de acá y teníamos una patrulla, pero no volvieron. Aquí tengo un radio para alertar a la Policía y pedir apoyo, pero nos preguntan que cómo están vestidos en vez de bajar y ayudar', manifestó Carreño.
Por su parte, Kelly Pinto dijo que en el negocio en el que trabaja la única solución ha sido contratar seguridad privada. Eso, según contó, les ha permitido no caer entre las víctimas de este año.
Sin embargo, para Undeco el buscar seguridad privada no es lo ideal.
'Hemos venido incentivando a las personas afectadas para que coloquen las denuncias y, de la misma manera, hemos venido reuniéndonos con las autoridades para que tomen correctivos –aseguró el vicepresidente de Undeco.
'Lo de la seguridad privada se está ventilando, pero nosotros aquí en el Atlántico pagamos una tasa de convivencia y seguridad ciudadana, un impuesto del que, según dicen por ahí en los pasillos, se recogen alrededor de tres mil millones de pesos mensuales y no sabemos a qué se destinan. Incurrir en costos adicionales como la seguridad privada la verdad sería bastante difícil para el comerciante.
Investigan
Fuentes judiciales adscritas a la Fiscalía Seccional Atlántico explicaron a EL HERALDO que desde ya se adelantan investigaciones para dar con la identidad de los asaltantes y determinar si lo que afecta a los comerciantes del Boliche es producto de la incursión en el sector de una organización criminal.
Según la fuente, se han venido acumulando denuncias en esta entidad y la orden es la de investigar alguna relación entre los casos de hurto y así identificar a las bandas; sin embargo, ha habido pocos resultados.