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Este domingo, mientras en las calles del mundo miles de mujeres marchaban en contra del abuso y la violencia sexual, una repudiable escena se habría registrado en el hotel Atrium Plaza, ubicado en la calle 74 con carrera 44, en el norte de Barranquilla. Allí, irónicamente, una niña de ocho años habría sido abusada durante la celebración del Día Internacional de la Mujer.

De acuerdo con lo informado por la Policía Metropolitana de Barranquilla, todo se destapó a las 8:00 de la noche del domingo cuando, en la piscina de un hotel, el escándalo de otros huéspedes y visitantes habría revelado que Alan Ross Thif Ault, un estadounidense de 58 años, habría estado haciendo tocamientos 'que no eran normales' a la menor.

Llegaron por un pasadía. Según informó el hotel a través de un comunicado de prensa, el extranjero, la niña y la madre de esta ingresaron a la piscina tras comprar un pasadía en la tarde del domingo. Sin embargo, pasadas un par de horas, el norteamericano habría empezado a mostrar el comportamiento extraño que alarmó a los demás presentes.

En ese momento, según se conoció, el hombre habría estado dentro de la piscina con la menor 'enseñándole a nadar'. Allí es cuando huéspedes y visitantes del hotel que también estaban en la piscina, habrían visto 'que se acercaba mucho a las partes íntimas de la niña'. Todo ello, según la Policía y los testigos, frente a la mirada indiferente de la madre de la menor.

Eso habría detonado la furia de los testigos que, de inmediato, llamaron a la administración del hotel y a la Policía, quienes activaron de inmediato la ruta contra el abuso y explotación sexual.

Es allí cuando 'retiran a la fuerza' a las tres personas. El estadounidense, según informó posteriormente una fuente de la Policía, habría empezado a presentar un comportamiento violento e, incluso, agredió a otro huésped que habría respondido, también a golpes, la agresión. La Policía intervino.

'Es así como procedemos a la captura de esta persona y dejar a la niña en un centro asistencial para que, una vez conocido el caso por los psicólogos, se proceda al restablecimiento de los derechos', explicó posteriormente el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Mebar.

También agregó que 'en este momento la madre queda inmersa en el proceso que se ha iniciado y que una vez la Fiscalía termine sus investigaciones se generen otro tipo de responsabilidades', sobre todo porque la mujer dijo a las autoridades que 'no se había percatado de lo que ocurría'.

El estadounidense –que llevaría varios años viviendo en Barranquilla y que sería dueño de un restaurante en la ciudad– y la madre de la niña, que supuestamente es pareja del hombre, salieron del hotel en calidad de capturados.

Sin embargo, la mujer quedó en libertad porque no había pruebas suficientes para detenerla.

Mientras tanto, el norteamericano capturado fue llevado en la mañana de este lunes a la sede de Medicina Legal en el barrio Los Andes, a donde fue remitido por el fiscal del caso para una valoración y atención médica por los golpes recibidos. De allí salió a las 10:14 de esta mañana, con esposas y en manos de la Policía Metropolitana de Barranquilla, asegurando que él 'no ha hecho nada', luego de que personas que estaban en el lugar lo señalaran de ser un 'degenerado'. La niña de ocho años, luego de que fuera retirada de las manos del estadounidense, fue llevada a la Clínica General del Norte para recibir atención inmediata por el supuesto abuso sexual del que habría sido víctima.