Hasta el momento, los dos meses que van de cuarentena le han dejado al municipio de Soledad 730 casos positivos de COVID-19 y más de 4.200 comparendos por incumplimiento del decreto de aislamiento social; pero, sobre todo, una imagen de violencia respaldada por los 20 homicidios que se han registrado desde el 24 de marzo hasta hoy.
Si bien hay miles de soledeños que en sus casas hacen el mayor esfuerzo por aportar, de una u otra manera, a frenar la pandemia del coronavirus, en las calles muy poco ha cambiado, pues las cifras de la Policía Nacional indican que, lejos de que el encierro haya reducido el derramamiento de sangre, los casos de asesinato han aumentado, en comparación con el año anterior.
En lo que va corrido de 2020, la Policía ha registrado 54 homicidios en soledad, de los cuales el 37% han ocurrido durante el periodo de cuarentena decretado por el Gobierno nacional. Si se compara con el año inmediatamente anterior, hasta el 23 de mayo de 2019 se habían registrado 51 homicidios en el municipio, lo cual quiere decir que ha habido un aumento de 3 casos.
Sin embargo, tomar el período de tiempo de cuarentena y compararlo con el mismo periodo en 2019 demuestra algo más alarmante, pues, aunque también ha habido un aumento de 3 casos con respecto a los 17 que se registraron entre el 25 de marzo y el 23 de mayo de 2019, el año pasado no habían todas las restricciones de salida y circulación —toque de queda, ‘pico y cédula’, decreto de aislamiento— que hoy rigen en el municipio por cuenta de la Presidencia, la Gobernación y la Alcaldía municipal.
De acuerdo con el secretario de Gobierno de Sole dad, Rosmell Hernández, la criminalidad en Soledad no es una problemática nueva, pues desde que inició la Administración actual se detectó que había un crecimiento constante del número de muertes violentas en el municipio, desde octubre y noviembre, hasta enero, con más de 15 homicidios por mes.
'Debido a ello, se han hecho consejos de seguridad importantes con participación de la Fuerza Pública desde el nivel central en los que se establecieron planes y compromisos, como lo es el del incremento de las unidades seccionales de Policía de investigación criminal (Sijín, Gaula, Cipol, Goes, entre otros), y se intervinieron de forma importante sectores en los que se habían focalizado los homicidios en enero y febrero', explicó el secretario.
Agregó que ello permitió que se pasara de tener 19 homicidios en enero a 8 en febrero. Hernández aseguró que, desde entonces, los homicidios han subido y bajado cada mes y que ello se debe, según datos de inteligencia policial, a una 'sobreposición de grupos que intentan entrar al municipio de Soledad' y disputarse el control de las redes de microtráfico.
Asimismo, explicó que entre marzo y abril se desmantelaron dos grandes organizaciones delincuenciales que estaban ejerciendo en el municipio, pero que 'lamentablemente, en tiempos de cuarentena y no cuarentena, la delincuencia no descansa, y es un trabajo de la Policía que debe redoblarse, estando vigilantes del cumplimiento del aislamiento, pero también de tener a raya a la delincuencia común organizada'.
De acuerdo con el secretario Hernández, la Alcaldía de Soledad ha estado en continua comunicación con la Policía Nacional para enfrentar la criminalidad y 'ellos entraron con toda la disposición y las capacidades que tienen' para contrarrestar el índice de homicidios.
EL HERALDO solicitó una entrevista con un vocero de la Policía Metropolitana de Barranquilla para conocer las estrategias puntuales que están implementando para la reducción de los homicidios en Soledad, pero aseguraron que solo proporcionarían las cifras registradas.
Sin embargo, en una entrevista anterior con este medio, el coronel Manuel Rojas Laverde, subcomandante de la Mebar, dijo que la Policía estaba ejecutando 'una serie de planes de identificación de personas, requisas, y control social, que permiten tener una presencia permanente en diferentes sectores de la ciudad'.
Un contexto violento
Para el sociólogo Jair Vega Casanova, profesor de la Universidad del Norte, no hay evidencia de que la cultura y la genética influyan en el desarrollo de sociedades en condición de violencia; pero el contexto social y económico sí representa un determinante de que en unos territorios se registre mayor criminalidad que en otros.
Según explicó Vega Casanova, Soledad es un municipio que no tiene sectores de estratos altos y que además está rodeado de sectores de Barranquilla y Malambo que están sumidos en una fuerte condición de marginalidad, lo cual ha supuesto menos acceso a bienes y servicios de calidad para los soledeños.
'Es bien conocido que los colegios en zonas de menor estrato suelen mostrar una menor calidad de educación (…), por eso hay jóvenes que no ven oportunidades en la sociedad y pierden las expectativas', afirmó el profesor en diálogo con EL HERALDO, puntualizando que, con la fuerte influencia de las bandas delincuenciales que ven en el área metropolitana de Barranquilla un buen mercado para el microtráfico, 'hay poblaciones que encuentran en la delincuencia oportunidades'.
'La gente no es buena ni mala en sí, pero las condiciones permiten que haya violencia (…) En Soledad hay muchas zonas vulnerables y pocas oportunidades, lo cual se ha convertido en un caldo de cultivo para que se presenten estos hechos de violencia', dijo Vega Casanova.
Asimismo, en cuanto al hecho de que asesinatos se estén presentando en medio de la cuarentena por la expansión de la COVID-19 en Soledad y el país, Vega Casanova aseguró que hay fallas en el mensaje que están enviando las autoridades sobre la necesidad de aislarse en estos tiempos, puesto que habiendo tantas zonas vulnerable en el municipio y sus alrededores es muy difícil pedirles a las personas que viven del día a día que dejen de hacerlo, pues el hambre se convierte en algo mucho más preocupante que el coronavirus.
'Hay muchas personas que están haciendo su tarea y cumpliendo con la norma, pero también hay quienes no lo hacen. Si hay gente legal que no cumple, menos lo hará el que está en lo ilegal', indicó.