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Ángel Suárez es un tendero del barrio Buenos Aires que desde el comienzo del aislamiento preventivo ha despachado sus productos resguardado por una reja. Anterior a la medida, los clientes entraban al local y la comunicación era más directa.

'Todo esto ha sido acatando las recomendaciones de seguridad que nos ha dado la Policía. Las calles están más solas y por ende nos haría más vulnerables a hechos delictivos', aseguró el tendero.

La realidad de Suárez no es ajena a los más de 2.000 tenderos y pequeños comerciantes que en el área metropolitana de Barranquilla están afiliados a la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco).

'Todas estas estrategias de seguridad nos han mantenido un poco más seguros ante esta pandemia. Además hemos implementado los servicios a domicilio, lo que contribuye a la seguridad de los clientes', señaló el hombre.

Precisamente esas medidas, según señaló el vicepresidente de Undeco Barranquilla, Orlando Jiménez, son las que han llevado a que cifras de atracos y extorsiones 'hayan disminuido' durante estos dos meses de cuarentena.

Según cifras de la Policía, hasta el 30 de abril de este año se han registrado 103 hurtos a entidades comerciales en Atlántico, de los cuales 25 fueron en Barranquilla, 12 en Soledad y 60 en el resto del área metropolitana.

Esa realidad se enfrenta con las cifras del mismo periodo de tiempo del año pasado, cuando se reportaron 953 hurtos a locales comerciales en Atlántico, de los cuales 646 fueron en Barranquilla.

Lo anterior supone una reducción del 89% de los robos, con respecto al mismo período de 2019.

'La situación de inseguridad ha disminuido de una manera sustancial. Yo podría decir que de un 50% a 60%. Se han escuchado casos de atracos y robos, pero no se compara con lo visto en los años anteriores', dijo Jiménez.

El representante de Undeco señaló que el último episodio lamentable del que tiene referencia fue el homicidio del tendero Gerardo Reyes Vega, ocurrido la noche del 25 de febrero de este año en el barrio Chiquinquirá.