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Transcurría el año 2013 y el mes de agosto fue el seleccionado por la Policía para ejecutar la operación ‘Sosiego’, la cual buscaba frenar el impacto de una banda delictiva dedicada al fleteo, el hurto de vehículos y otros delitos que por esos días afectaban el patrimonio económico de los barranquilleros.

Fue el brigadier general José Vicente Segura Alfonso, entonces comandante de la institución en la ciudad y su área metropolitana, quien entregó los datos el día 22 de ese mes.

Vestido con el uniforme de dril, hoy llamado número cinco, reservado por los policías para trabajar en zonas en las que el orden público es complicado, Segura Alfonso mostró una mesa en la que había celulares, estupefacientes, armas y dinero, pero lo más importante fue el pendón que había en la parte trasera de esa mesa.

Era un organigrama con 25 rostros de los hombres que habían sido capturados y que eran señalados de pertenecer a ‘Los Pulpos’. Entre esas caras estaba la de un sujeto que hoy, siete años después, sigue siendo para las autoridades una pieza clave en el mundo del hampa: alias El Negrito Rubí, a quien en ese momento no se le conocía así.

Varios de los capturados fueron notificados en diferentes centros carcelarios, otros fueron detenidos en 15 allanamientos, pero el caso de ‘El Negrito Rubí’ fue en flagrancia, tenía un arma de fuego.

Tentáculos en todos lados

‘Los Pulpos’, reveló la Policía, se encargaba, sobre todo, del hurto de vehículos de alta gama, utilizando para tal fin la intimidación con armas de fuego; sin embargo, la banda también ejecutaba actos delictivos en el sector comercio y residencial.

'Eran llamados ‘Los Pulpos’ porque tenían tantos sitios donde golpear, no solamente cometían hurtos de vehículos de alta gama, sino también su accionar delictivo lo ejercían en la parte financiera, residencial y comercial; estaban por todos lados, los tentáculos que tenían eran diferentes para poder lograr sus fechorías', indicó en su momento el general Segura, quien es considerado uno de los comandantes de la Policía en Barranquilla que lideró más operativos contra bandas delincuenciales como ‘Los Rastrojos’.

La banda operaba en barrios como San Salvador, El Tabor, Boston, Campo Alegre, Palmas, Los Andes, Buena Esperanza, Villa del Rey y Ciudadela 20 de Julio, pero podían extenderse a otros sectores, especialmente en el norte de la ciudad, de acuerdo a su objetivo.

La mutación

Aunque la especialidad de este sujeto eran los robos, no se sabe en qué momento El Negrito Rubí decidió convertirse en invasor profesional y liderar una banda tan grande como la que tiene hoy y que se ha encargado de invadir grandes terrenos en varias zonas de Barranquilla, estafar a cientos de personas y, de acuerdo con lo publicado por EL HERALDO con base en testimonios de investigadores y testigos, cometer varios homicidios.

De acuerdo con las informaciones proporcionadas por allegados a las indagaciones, este hombre fue quien ordenó el triple homicidio ocurrido el jueves 14 de mayo en un terreno localizado frente a Pinar del Río, en la vía hacia Juan Mina, el cual fue invadido por la banda.

Ese día fueron asesinados Henry Julián Blanco Orozco, de 49 años; Eduardo José García Cerela, de 25, y de Andrison Rodríguez, al parecer, por pugnas entre miembros de la organización de EL Negrito Rubí, quien luego del crimen hizo circular un panfleto en el que amenazaba a estas y otras personas.

Por ese caso también son investigados alias Kikin, El Zata, un tercer sicario, alias Primo Loco y alias Pipiolo. Esta organización delictiva cuenta con arquitectos, ingenieros, funcionarios y una red de sicarios y traficantes de armas y drogas para poder invadir los terrenos y estafar a las personas.