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En la mañana de este miércoles un carro fúnebre salió de la sede de Medicina Legal en Barranquilla llevando el cuerpo sin vida de Daniel José Osorono Márquez, alias Pupileto, luego de que se le aplicaran los exámenes correspondientes al Protocolo de Minnesota, toda vez que su muerte este lunes en el interior de la Penitenciaría el Bosque aún no ha sido esclarecida.

Frente a las miradas acuosas de sus familiares, el cuerpo de ‘Pupileto’ fue trasladado por personas con trajes de protección a la funeraria, para su preparación y, según lo aseguró a EL HERALDO Hernán Varón, abogado de la familia, ya están listos para su sepultura esta misma tarde. Ello también fue confirmado por Ketty Osorno, hermana del reconocido ladrón fallecido, quien aseguró que el cuerpo no sería cremado porque 'él no tenía COVID, a él lo mataron'.

Sin embargo, se desconocen las razones puntuales de por qué no sería cremado, pues de acuerdo con lo informado primeramente por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Osorno Márquez se encontraba en una celda aislada tras resultar positivo para COVID-19 en una primera prueba tomada el 3 de junio, cuyo resultado le fue informado el pasado domingo. También se conoció que Medicina Legal le habría aplicado una prueba de coronavirus post mortem durante la necropsia, cuyo resultado aún no se conoce.

Cabe destacar que, en casos de fallecidos con sospecha de COVID-19, el protocolo del Ministerio de Salud indica que los cadáveres deben ser cremados.

Así mismo, por mediación de la Defensoría del Pueblo, se le aplicó al tratamiento del cuerpo de ‘Pupileto’ el Protocolo de Minnesota, que es el modelo recomendado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos para indagar e investigar todos los crímenes de lesa humanidad.

Cabe destacar que el retiro del cadáver se da menos de 24 horas después de que más de 10 personas, entre familiares y allegados, exigieran aireados a Medicina Legal la entrega del cuerpo en la tarde de este martes, generando alteraciones del orden a las afueras de la sede, lo que requirió la presencia de la Policía y el traslado de varias personas a la UPJ.