El pasado 15 de abril se publicó la denuncia interpuesta por la barranquillera Ana Cristina Daza Cuevas, de 33 años, quien afirmó que luego de 13 años de relación con un ciudadano norteamericano con el que tuvo tres hijos, supuestamente fue sometida a constantes maltratos, por lo que decidió llevar su caso ante las autoridades en dos ocasiones, alegando ser víctima de violencia intrafamiliar.
Sin embargo, la mujer residente en el municipio de Calarcá (Quindío), fue separada de sus hijos por orden de una comisaría de familia.
Por este hecho, la defensa del ciudadano norteamericano se contactó con la redacción de EL HERALDO y a través de un documento con 15 puntos expuso sus argumentos para contradecir que el extranjero habría maltratado, tanto a la joven como a sus tres hijos.
Uno de los aportes que hizo el abogado fue el reporte de pericia de Medicina Legal de la hija mayor de la mujer, el cual indica que: 'Nadie me ha tocado, nadie me ha hecho algo malo. Mi papá no me hace nada malo a mí (…) la verdad él me quiere mucho, él no le hace nada malo tampoco a mis hermanos'.
El Instituto Colombiano de Medicina Legal en su informe detalla que: 'No se obtiene ninguna información que haga pensar en un posible delito sexual…la menor es muy clara durante el interrogatorio negando cualquier hecho de tipo sexual con su padre o con otra persona.'
La defensa del foráneo también anexó el reporte del Bienestar Familiar del hijo mayor de la denunciante, el cual da cuenta que sus condiciones físicas y emocionales son óptimas.
Entre los documentos anexados también está la valoración psicosocial realizada por trabajadores de la Comisaría de Calarcá, la cual indica que el padre: '…ha sido víctima de violencia física y verbal, lo cual ha afectado la integridad física de este y su núcleo familiar…'.