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'Esto sobrepasa cualquier acto de fortaleza', dijo Francisco Gutiérrez Blanco, un líder de Tasajera y ex alcalde de Pueblioviejo, a quien el incendio del camión cisterna le tiene el corazón desgarrado, pues cuatro primos fallecieron, otros dos están graves al igual que un sobrino; además, porque le parte el alma ver cómo su amigos Álvaro Ariza y otros lloran a sus hijos, también muertos en el siniestro.

Es un duelo general el que se vive en Puebloviejo, pero que abraza con dolor, especialmente a los moradores de los barrios La 40, Carrizal, Los Almendros y Panamá, en donde reside la mayoría de las 2O víctimas fatales y las decenas de heridos.

'Son personas que forman parte de nuestras vidas porque las hemos visto nacer y crecer', anotó el dirigente.

Los habitantes de Tasajera sostienen que no es el sentir por un grupo de personas que se van trágicamente, sino porque quienes parten 'son seres que nos han marcado en la infancia y adolescencia'. 'En la tragedia cada momento es una eternidad', aseveran.

Para ellos, estos tres últimos días han sido los más angustiosos, quizás de toda la vida, pues con el transcurrir de las horas crece la incertidumbre por la ocurrencia de más desenlaces fatales. 'Lastimosamente muchos de los heridos están graves y en cualquier momento sucede lo que nunca quisiéramos que ocurriese, dijo el alcalde de Puebloviejo, Fabián Obispo Borja.

Andrés Cantillo, familiar de una de las víctimas, manifestó que 'vivimos horas desesperantes'. 'Lo sucedido nos obliga a reflexionar y a tomar conciencia de las cosas', aseguró.

El listado

El total de fallecidos –al cierre de la noticia– eran de 20. Entre la tarde del lunes y el miércoles, el número de víctimas aumentó considerablemente luego de las 7 que quedaron calcinadas en el sitio del accidente. 13 personas fallecieron, 7 de ellas en Santa Marta, 5 en Barranquilla y uno cuando era trasladado de Ciénaga a Valledupar.

Los fallecidos en Santa Marta son: Carlos Ariza, 18 años; Adolfo León Carranza, 19 años; Deivis Andrés Carranza Ariza, 23 años; Gustavo Torres Maldonado, 23 años; Álvaro Ariza, 21 años; Wilmar Antonio Pardo Ayala, de 41 años, y Carlos Camargo, 22 años.

En Barranquilla dejaron de existir: Galdino José Gutiérrez Gómez, 44 años; Jhoiner Pacheco Viloria, 21 años; José Luis Castillo Sánchez, 29 años; James Alberto Carbonó Mendoza, 21 años, y José Domingo Gómez Manga.

Cuando era trasladado en una ambulancia de Ciénaga a Valledupar murió Osnaider Álvarez, de 26 años.

El drama de los Ariza

Con tres personas fallecidas y dos más con quemaduras en varias partes del cuerpo, la familia Ariza ha sido una de las mayormente afectadas por la explosión del camión cisterna que transportaba 5.900 galones de gasolina.

Sentada enfrente de Medicina Legal, en Santa Marta, cabizbaja y sollozante, Dina Luz Ariza, tía de las víctimas, no deja de preguntarse por qué. 'Esta tragedia ha destrozado nuestra familia', anotó.

La mujer pidió al Gobierno departamental ayuda para que pronto le entreguen a sus familiares y poderlos sepultar. En el siniestro fallecieron sus familiares Heider José Carranza Ariza, de 27 años, quien podría ser uno de los incinerados; Deivis Andrés Carranza Ariza, de 24, fallecido cuando lo pretendían trasladar a otra ciudad, y Gustavo Torres Maldonado, de 45 años, quien dejó de existir en el Hospital Julio Méndez Barreneche.

Detalló que los Ariza residen en el barrio Carrizal, en la calle 4 con carrera 1C del corregimiento de Tasajera y que la mayoría de sus miembros se dedica al comercio informal, actividad que alternan con la pesca.

César Robles, también familiar de los Ariza, comentó que han tenido que movilizarse por varias ciudades en búsqueda de sus parientes, sin contar con recursos económicos.

Pruebas de ADN

Como a Álvaro Ariza, padre de Heider, a otros les hicieron prueba de ADN para saber si entre los calcinados figura el ser que por el momento tienen desaparecido. Y aunque por la ausencia prolongada de sus hijos el corazón les dice que sí son, en el fondo guardan esperanzas. 'Lo desesperante es que los resultados se demoran', precisó.

Igualmente, el comerciante Raúl José Ortiz Ariza, de 58 años, padre de Ancy Raúl Ortiz Núñez, explicó que se ha pasado todos estos días en la sede de Medicina Legal, esperando una respuesta. También se hizo el ADN.

'Me hicieron una prueba de sangre, pero los médicos me explicaron que si no están todos los exámenes de las demás familias, no las pueden mandar', dijo preocupado.

Ortiz pidió a los funcionarios de la Secretaría de Salud y a Medicina Legal agilizar el procedimiento para acabar con la angustia que tienen, la cual se puede prolongar durante un buen tiempo.

'Dice la doctora que pueden demorarse en entregar los resultados hasta tres meses, el procedimiento es alargado. Yo lo que necesito es que sea rápido, queremos tener respuesta por nuestros seres queridos', comento resignado.

Olvido estatal

Enrique Maldonado, vicepresidente de la Confederación de Pescadores del Caribe de Colombia, residente en el barrio La Gloria, manifestó que 'ojalá y esta amarga experiencia que estamos viviendo en Tasajera sirva para que el Estado mire hacia esta olvidada región.

Indicó que han sido muchas las promesas que diferentes gobiernos seccionales han hecho para mejorar la calidad de vida de los habitantes, pero todo parece indicar que 'solo son promesas de campañas' porque nunca se les vuelve a ver en las zonas más vulnerables después de las elecciones.

Maldonado pidió al gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo Omar, ser la excepción y materializar con obras 'los sueños de quienes estamos ávidos de salir de este ostracismo a que nos han sometido por la indiferencia'.

'La tragedia desnudó las falencias en la prestación del servicio asistencial en materia de salud. Tasajera tiene un solo médico y eso no es suficiente, mientras que el hospital de Puebloviejo solo es para atención de urgencias', precisó.

Dijo que 'aún estamos a la espera de la ambulancia que prometió el ministro de Salud como ayuda logística ante la crisis por el coronavirus'.