La emergencia sanitaria que atraviesa el mundo – desde hace 6 meses– ha permitido que los índices de la violencia y la criminalidad hayan registrado cifras a la baja, a pesar de que los delincuentes se las han arreglado para continuar con sus actividades ilegales.
Esas dos últimas consideraciones quedaron en evidencia en el reciente balance semestral que la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) dio a conocer a este medio.
Por un lado, el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Metropolitana, calificó de 'positivas' las estadísticas en toda el área metropolitana, y por el otro, líderes comunales señalan que la tendencia a la baja de los delitos responderían a los efectos propios de la pandemia.
Según cifras de la Mebar, los homicidios se redujeron en un 7% teniendo en cuenta que en los últimos seis meses hubo 218, frente a los 235 ocurridos en el mismo periodo de 2019. Las lesiones personales en el primer semestre del año disminuyeron 49%, al registrarse 1.375 denuncias de este delito, frente a las 2.746 en el mismo periodo del año pasado.
El hurto a personas también tuvo una disminución del 26%; pues, entre el 1° de enero de este año y hasta el 30 de junio se registaron 5.270 casos, frente a los 7.127 ocurridos el año pasado en el mismo tiempo analizado.
El hurto a comercio se redujo un 46%. Según la Policía se contabilizaron 720 casos, frente a los 1.349 ocurridos el año pasado en el primer semestre. Entre tanto, el hurto a vehículos disminuyó un 22%, pues se registraron 119 casos frente a los 154 del año pasado en el mismo periodo; y el hurto de motos cayó en un 34%, pues pasó de 721 casos a 472 en el semestre.
La Policía también ofreció cifras con respecto a los resultados operacionales. Resaltó las capturas en flagrancia y por orden judicial realizadas. Por homicidios hubo 58; por hurto a personas, 496; por lesiones personales, 200; por robo a motos y carros, 51; por hurto a comercio, 143; por hurto a residencia, 16; tráfico de estupefacientes, 706; y por tráfico de armas, 701.
La Policía destacó la recuperación de mercancía valorada en $3.428 millones.
'Fue positivo'.
El comandante de la Mebar, general Ricardo Alarcón, destacó que las estadísticas son 'positivas' debido a que todos los delitos registraron una disminución en el primer semestre del año.
'Pudimos detectar que con respecto a los homicidios, hasta antes de la pandemia hubo un comportamiento diferencial en cuanto a la modalidad, pues el 76% correspondió al sicariato, pero una vez entrada la emergencia sanitaria se evidenció una diferencia y pasa a un 52% y sube el homicidio por intolerancia debido a las interacciones entre las comunidades y las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus', explicó el alto oficial.
Por otra parte, el comandante señaló que se han 'diversificado' las maneras de ingresar la droga a la ciudad, toda vez que el consumo de estupefacientes 'no ha reducido', o su disminución no ha sido 'tan notoria'.
'El tráfico continúa en la ciudad, y lo que ha variado ha sido la distribución y la forma de venta, pero la presencia policial y su actuación en materia de reacción ha sido importante', enfatizó Alarcón.
Frente a las extorsiones registradas a principios de año, el general señaló que tras la pandemia hubo una 'reducción', pese a que a finales de junio 'se registraron nuevas denuncias, pero este delito no tiene el comportamiento que registró en el primer trimestre del año'.
Alarcón señala que para el próximo semestre el reto estará enfocado en mantener la baja en cuanto a los homicidios y los hurtos en todas sus modalidades.
Un golpe de suerte.
El abogado penalista, expersonero de Barranquilla y experto en seguridad Arturo García Medrano, quien aseguró tener contacto con varios líderes de la ciudad, manifestó que en los diferentes sectores priorizados en la ciudad la incidencia de la criminalidad se 'ha mantenido', y que las cifras entregadas por la Policía suponen un 'golpe de suerte' debido a la pandemia.
'En el análisis que se tiene, según las estadísticas, demuestra que meses como mayo y junio fueron críticos y ponen de manifiesto que las personas que fueron lesionadas están en el marco del sicariato. Debe ser preocupación de las autoridades los conflictos registrados en barrios donde hay situación de riesgo', señaló García Medrano.
Para el experto, lo que pasa en Barranquilla es que los fenómenos de criminalidad 'fluctúan' de acuerdo con unos comportamientos que las autoridades deben analizar e identificar.
'Cada acontecimiento tiene connotaciones distintas a lo largo de la ciudad. El homicidio de dos hombres en La Chinita quizás no tenga las mismas circunstancias si concurre en el suroccidente. Esos casos se deben a fenómenos aislados de violencia urbana y de bandas que aún persisten', explicó el abogado.
Los migrantes, según el expersonero, han tenido incidencias significativas. 'La vulnerabilidad de estas personas las hace presas fáciles de la delincuencia y de la captación por parte de grupos armados. El delito traspasa fronteras y ha permitido que las organizaciones se refuercen', dijo.
Para García, la Policía debe 'revisar' bien estas dinámicas que se están dando en la ciudad. 'Cuando todo esto pase posiblemente las cifras vuelvan a subir y dejarán en evidencia la actuación real de las autoridades'.
'Las acciones de intervención y de investigación deben mantenerse en las zonas que han sido priorizadas. Lo que más nos debe preocupar en medio de estas ‘buenas noticias’ es la realidad que nos lleva a enfrentar y a analizar los indicadores del presente para tomar acciones de cara al futuro', sostuvo el experto en seguridad.