Cuando llegó la Policía, Jesús David Carbó Monsalve había perdido demasiada sangre. La herida de bala que tenía en la pierna derecha lo había hecho debilitarse rápidamente y, por eso, cuando llegó al centro médico Agrupasalud no aguantó más. Con 25 años, alrededor de la 1:00 de la madrugada, murió.
Los hechos que rodean su muerte son confusos; sin embargo, hay una versión que sobresale, pues fue la que el supuesto homicida de Carbó Monsalve, un vigilante, dio a las autoridades de la Metropolitana de Barranquilla (Mebar).
Según narró el celador, el homicidio ocurrió pasada la medianoche en un la calle 67 con carrera 17 del barrio Ciudad Caribe I, de Soledad. A esa hora, aseguró, el hombre salió del lote que cuidaba, en dirección a la calle, para avisarle a una pareja 'que se retiraran del lugar por lo peligroso', detallaron las autoridades.
En el mismo instante en que el vigilante se acerca a la pareja, dijo a la Policía, dos hombres en una motocicleta abordaron a los transeúntes y, supuestamente, los intimidaron con un arma de fuego para quitarles las pertenencias. Uno de los motorizados, señaló la Mebar, sería Carbó Monsalve quien incluso de habría bajado del vehículo para cometer el hurto.
El vigilante le dijo a la Policía que su reacción fue utilizar el arma que tenía 'en defensa de la pareja', por lo que terminó hiriendo en la pierna a Carbó Monsalve. Este, sangrando, emprendió la huida a pie, pues su compañero había escapado en la moto.
Carbó Monsalve alcanzó a caminar varias cuadras hasta que una patrulla de la Policía, que había sido contactada por el mismo vigilante, lo halló ' en la terraza de una vivienda, desangrándose'. Si buen los uniformados lo auxiliaron, el hombre murió pocos minutos después de llegar al puesto de salud antes referenciado. Por su parte, el celador involucrado en el homicidio entregó a las autoridades una pistola calibre nueve milímetros con su respectivo permiso para portar y otra arma de fuego, un revólver calibre 38 que, según dijo, pertenecía al fallecido.