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A finales de enero de este año, el crimen del venezolano Hugo Enrique González Rico, en el norte de Barranquilla, fijó un punto de partida para el sustento de una hipótesis que desde hacía un par de años se rumoraba en la ciudad: el fenómeno de la migración estaba elevando las cifras de la criminalidad.

A los pocos días del asesinato, la Policía Metropolitana de Barranquilla a través de sus uniformados de inteligencia determinó que los integrantes de la temida y sanguinaria banda ‘los Melean’ (de origen venezolano) querrían abrirse paso en el área metropolitana de la capital del Atlántico.

La hipótesis parece ganar terreno. En la más reciente alerta temprana para Barranquilla, que trabaja la Defensoría del Pueblo, detalla que se han encontrado características y elementos sobre la aparición de algunas estructuras trasnacionales con un fuerte origen venezolano y que se estarían propagando por el territorio nacional. La información la sustentan con el trabajo que realizan en campo y también de algunas capturas e información de fuerza pública.

'Esta banda está tratando de extender sus nexos hacia otras zonas del país, según lo que hemos indagado, pero estamos pendientes de sus alianzas con bandas locales y de su acomodo en el territorio, especialmente en Medellín y Bogotá', manifestó a este medio Mateo Gómez Vásquez, defensor delegado para el sistema de alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo.

Lo anterior también fue respaldado por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien recientemente denunció que bandas venezolanas estarían irrumpiendo en la capital del país y que tendrían nexos con las organizaciones que están haciendo presencia en la zona.