Han pasado 10 días desde que Mónica Patricia Ojeda Pabón llegó a Medicina Legal pidiendo que le revisaran las heridas que le había causado una brutal agresión e intento de feminicidio, que denunció haber recibido por parte del padre de su hija, Said Nieto Yepez.
Aunque continúa adolorida, las cortadas ya no le sangran, los moretones se han reducido y su piel se ha vuelto más clara y delgada de tantas veces que la ha lavado. Por eso, dijo a EL HERALDO, no entiende cómo es que, tras haber pasado más de una semana, le harán una nueva prueba para intentar comprobar el abuso sexual del que aseguró haber sido víctima.
'Me dijeron que me tenían que hacer un examen nuevo, tomar una muestra del ombligo o algo así, porque en las pruebas de ese día dijeron que no había salido nada; pero es que yo les dije que él había terminado en mi abdomen y hasta ahora es que vienen a mirar', confesó Mónica desconcertada.
A sus 25 años, la joven madre ha tenido que contar una y otra vez cómo fue que terminó siendo apuñalada, golpeada con una piedra, abusada y amenazada de muerte por parte del hombre con el que sostuvo una relación por 10 años; mientras que él excusa las heridas que ella carga en una simple y cuestionable 'caída'.
Mientras espera la orden médica para la cirugía que necesita por la fractura en su frente, Mónica llegó este viernes al instituto forense acompañada de su hija, para que le practicaran el examen que le habían solicitado las autoridades un par de días atrás. Aseguró que no había podido llegar antes porque 'no había tenido el dinero para los pasajes', pues hasta el momento ha tenido que costear todos los medicamentos con ayuda de sus familiares, pues pese a que le han ofrecido ayuda, esta no ha llegado.
'Me han llamado, me han hecho preguntas, me han dicho que me iban a colaborar con medicamentos, pero eso no fue así. Hasta el momento no he recibido ningún tipo de ayuda', lamentó Mónica, aclarando que ahora lo que más necesita es protección, sobre todo desde que se enteró de que Nieto Yepez estaba en libertad.
'A él lo dejaron salir y yo estoy preocupada, sobre todo porque días antes de que pasara eso él dijo que me iba a poner una bomba en la casa. Yo no duermo porque él sabe donde vivo, sabe a qué hora se acuestan en mi casa y todo', agregó.
Las autoridades, según ella misma contó, le explicaron que su expareja, quien fue capturado por la Policía debido a los gritos de auxilio de ella y de su hija, había quedado libre 'porque no tenía antecedentes', dejando en la sombra la denuncia por violencia intrafamiliar que Mónica había instaurado en su contra en 2018.
Por eso, paralelo a su recuperación, Mónica ha tenido que imprimir fotografías de sus heridas y llevarlas a la Policía para que el documento de recomendaciones de 'autoprotección' que le entregaron no sea su único amparo.
'Esto a mí me ha dolido bastante, me ha quitado el sueño, ya no soy la misma, pero necesito una nueva oportunidad', confesó.