'Se notaba que estaba muy drogado. Hasta se mordía a sí mismo¨, contó Miguel*, una de las personas que aseguran ser víctimas de los violentos atracos que le endilgan a alias Pichurria, en el barrio El Recreo.
Para él, la captura del señalado ladrón es un ápice de tranquilidad en medio del temor que los embarga desde que entraron ladrones a su casa, el pasado 14 de septiembre, a las 8:15 a. m.
Pese a que están en un segundo piso, los dos asaltantes ingresaron a su casa por el balcón. De inmediato, 'encañonaron' a su abuela, que gritó alertando a los demás miembros de la familia que estaban en la casa.
'¡Quietos! Esto es un atraco, pa’l cuarto todos', le gritaron a Miguel, sus padres, sus abuelos y su hermana menor, de 12 años. Entonces, los ataron de manos y pies, y los amordazaron con cuerdas sin dejar de apuntarles con el arma.
Estando allí, Miguel vio al ladrón de frente, sobre todo cuando le pegaba en la cara o le apuntaba con el arma a su hermanita.
Por eso, cuando vio la foto de la captura de Luis Ernesto Perdomo Callejas, alias Pichurria, de 20 años, Miguel no tuvo duda de que ese era el mismo que trataba torpemente de meter las balas en el revólver para amedrentarlo.
En total, así como de casa de los Sánchez*, los dos ladrones se llevaron varias bolsas con objetos de valor, ropa y dinero en efectivo. Hasta se comieron la comida de la nevera. Y, aunque los atracadores utilizaron a su mamá para encontrar lo que decidirían llevarse, 'gracias a Dios no hubo abuso en este caso'.
Lo que sí hubo, al igual que en los otros cuatro casos, fueron excrementos humanos regados en la casa, sobre todo en ropa femenina. Esta fue identificada por las autoridades como una de las características de alias Pichurria, a quien etiquetaron como coprofílico y frotista.
'Desde ese día nadie ha podido dormir en mi casa. Mi hermana de 12 años dice que se le acabó la vida desde que vivió ese atraco, lo cual es doloroso. Hay que tener la cabeza bastante mal para hacer lo que ellos hicieron, meterse a una casa sin saber con qué se van a encontrar', dijo Miguel a EL HERLADO una semana después de lo ocurrido en su casa.
Para él, el barrio El Recreo siempre ha tenido cierto grado de inseguridad, pero siempre en sus solitarias calles. 'Nunca se había visto algo así por acá. Alguien con tantas ganas de intimidar, con tantas ganas de torturar. Esto es algo que no deja a nadie tranquilo', apuntó.
Captura y recaptura
Si bien la Policía capturó al ‘Pichurria’, uno de los presuntos atracadores de la vivienda de Miguel, de los Sánchez y de otras tres casas más, un juez penal de Barranquilla decidió no imponer medida de aseguramiento privativa de la libertad contra Perdomo.
De acuerdo con fuentes judiciales cercanas al caso, en el transcurso de la mañana de este martes se adelantaron las audiencias preliminares tras la captura, ocurrida en la madrugada del lunes. En las diligencias se legalizó la detención del hombre.
La Fiscalía le imputó cargos por los delitos de porte y tráfico de armas de fuego y receptación, en situación de flagrancia, a los cuales no se allanó el capturado y quedó en libertad, aunque vinculado al proceso.
‘Pichurria’ no terminó de saborear su libertad cuando, dos horas después, se hizo efectiva la orden de captura emitida en su contra por uno de los atracos que presuntamente cometió.
El caso por el que se pudo volver a detener al señalado ladrón y evitar que regresara a las calles fue el registrado el jueves 20 de agosto, por el cual se expidió la orden de captura en su contra este martes 22 de septiembre.
Así, la Policía halló este martes a alias Pichurria en la carrera 38 con calle 72 'tomándose una sopa', cuando acababa de salir de las instalaciones de la Sijín.
Pese a que el juez había decidido darle libertad porque comparecería por sus propios medios a las audiencias, cuando los uniformados lo abordaron ayer, Perdomo Callejas les lanzó la sopa caliente que tenía en las manos y se dio a la huida. En ese momento se inició una persecusión por la carrera 38, que los llevó hasta la calle 70, donde lograron materializar la orden de captura.
Un investigador del caso destacó que ya se encuentran tras la pista del otro ladrón, con quien alias Pichurria presuntamente cometería los robos, cada seis u ocho días.
*Nombre ficticio