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A las 4:00 de la tarde de ayer, 15 uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla y otros 25 funcionarios del Gobierno distrital salieron a hacer un recorrido que, apenas en su tercera 'edición', ya genera grandes expectativas para las autoridades y, sobre todo, para los barranquilleros.

Se trata de las ya conocidas Caravanas por la Vida, una estrategia que las autoridades armadas y administrativas reactivaron con un solo objetivo: reducir la tasa de homicidios que se disparó en los últimos tres meses y que dejó un septiembre bastante lamentable para la ciudad.

'Hemos trabajado varias actividades fuertes de manera anónima, pero que no han dado resultados tangibles aún. Esperamos que con las Caravanas por la Vida, con un nuevo enfoque, podamos contener y disuadir los homicidios en los próximos meses', explicó el general Ricardo Alarcón Campos, comandante de la Policía Metropolitana, sobre la estrategia.

Ya en días pasados el oficial había admitido que en el último mes se habían registrado homicidios en todos los municipios del área metropolitana, exceptuando Puerto Colombia, donde aún está por confirmar si la muerte de una mujer fue voluntaria o no. También dijo que 'el comportamiento frente a las capturas y la reacción ante los delitos, en el caso institucional, está muy bajo', presentando una reducción de alrededor del 50% en ciertos delitos.

Es precisamente debido a ello que se tomó la decisión de reactivar las Caravanas por la Vida, en las que participan miembros de la Policía, las secretarias de Gobierno, Salud y Espacio Público, el inspector general, comisarías de familia, Cuerpo de Bomberos y, ocasionalmente, Migración, entre otros entes distritales. Esta vez, con un enfoque distinto.