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La tarde del pasado 18 de agosto una mujer trans venezolana, identificada como Patricia Dumon, fue asesinada de un balazo en la cara en la carretera del sector de Mamatoco en Santa Marta, Magdalena. Este caso de violencia contra los migrantes Lgbti encendió las alarmas con respecto a las situaciones a las que están expuestas y tienen que enfrentarse esta población en Colombia.

Ese episodio es tan solo uno de los hechos a los que varias organizaciones que defienden los derechos Lgbti han tenido acceso, donde también se destacan las situaciones de violencias y negación en el acceso a derechos que han tenido que enfrentar los migrantes de esa población en sus comunidades de acogida.

Es así, como por medio del proyecto Integra que lleva a cabo la organización Caribe Afirmativo con el apoyo de la Fundación Interamericana, han determinado que los integrantes de esa población 'están expuestos y tienen que enfrentarse constantemente a actos discriminatorios por su nacionalidad y la discriminación sexual por parte de instituciones públicas, privadas y sociedad civil'.

No obstante, hasta agosto de 2020 se había presentado una disminución en la identificación de los casos, debido a que se han registrado 16 episodios de violencia frente a los 40 reportados en 2019, solo en la Costa Caribe.

Según el informe este año, se han presentado tres homicidios, una agresión policial, una agresión verbal y una sexual. En cuanto a discriminación sexual se tiene registro de cuatro episodios: una amenaza, una agresión por negación de acceso al mercado laboral y dos por negación de acceso a servicios humanitarios, una detención irregular y un despido injustificado.

'En gran parte es debido a que la mayoría de estas violaciones se dan en el espacio público, en el trabajo y en las comunidades de acogida, y se cree que la pandemia tuvo incidencia en la reducción de la cifra. Sin embargo hay un crecimiento de más del 100% en los casos de homicidios identificados, siendo el núcleo familiar y el vecindario donde vivían los lugares donde se cometieron estos crímenes', señaló la organización en un comunicado.

Nuevo tipo de violencia

La investigación arrojó una nueva forma de violencia durante la medida de aislamiento social, y es 'la negación en el acceso a servicios humanitarios a personas venezolanas Lgtbi aun cuando habían sido beneficiados con estos'.

Ahora bien, en términos generales, se puede observar que la violencia hacia las personas venezolanas Lgbti en situación de movilidad humana tienen un doble componente y que la organización expone con claridad.

Habría un componente de prejuicio por su origen nacional que afectan especialmente a las personas Lgbti venezolanas debido a su contexto de múltiple vulnerabilidad y otro componente de prejuicio sexual que va directamente dirigido a invisibilizar y violentar su orientación sexual, identidad y expresión de género.