'La plata lo resuelve todo'. Con esa frase convencional Andrés resume cómo, dentro poco, podrá inaugurar su propio negocio con tan solo dos años de haber llegado a Barranquilla proveniente de Venezuela, un país donde la situación política, económica y social se agudiza cada día más.
Las carencias que traen consigo esa población migrante (de la cual se estima hay en el país 1.731.017), los ha hecho presa fácil de quienes buscan lucrarse de sus necesidades, escenario que solo exacerba aún más el riesgo al que están expuestos y que demuestra lo vulnerable que pueden ser si no se les garantizan sus derechos.
Andrés, quien tiene unos 30 años, es manicurista y peluquero, un oficio que aprendió en su natal Caracas, donde realizó –según cuenta– 'varios estudios' relacionados con el negocio de la belleza, la estética y la imagen personal.
El hombre, al tiempo que conversa, realiza una pedicura a una cliente. Lo hace a domicilio, pues –afirma– de esa forma, en los últimos meses, 'le ha ido mejor' y ha podido realizar unos ahorros que lo han ayudado a acceder a un microcrédito en una entidad bancaria.
'Al llegar a Barranquilla vi que las oportunidades para mi eran grandes, las mujeres me buscaban en la peluquería donde trabajaba para que les hiciera los arreglos. Esto me dio la idea de poder tener mi propia peluquería, pero al no ser colombiano los tramites serían mucho más complicados y hasta demorados', comenta el hombre al tiempo que agita y destapa un pintaúñas.
En medio de la conversación, el hombre dice con entusiasmo 'que las vueltas bien finas' en este país 'se logran con dinero y un poquito de fe', haciendo referencia al 'golpe de suerte' que lo llevó a resolver su situación migratoria en Colombia.
'Hace como cuatro meses, en medio del revuelo del virus, me contactaron con una mujer en la Registraduría en Soledad. La señora es muy seria en lo que hace. Ella sabe cómo es el manejo y cuáles son los requisitos y papeleos. Eso se da siempre y cuando haya plata, ese mal necesario que lo resuelve todo', dice el hombre.
Desde hace cuatro años, EL HERALDO le ha hecho seguimiento a las presuntas irregularidades que se han presentado en el interior de la Registraduría Nacional del Estado Civil, donde algunos funcionarios de la entidad habrían recurrido a trámites ilegales para llevar a cabo la nacionalización de migrantes venezolanos.
La historia que a continuación detallaremos fue contada por el mismo Andrés, quien expone otra modalidad que varios funcionarios estarían ejecutando para captar el dinero de quienes recurren a ellos con la intención de que les ayuden a resolver su estado migratorio.