Los controles por parte de la Alcaldía de Barranquilla para disminuir la propagación del Covid-19 han sido constantes. Los aforos en lugares tanto privados como públicos no deben superar los 80 participantes y todo se debe dar en torno a la normativa, los respectivos protocolos de bioseguridad y el respeto al distanciamiento social.
En plena víspera de la noche de Halloween se suponía que las medidas establecidas se debían llevar a cabo, cosa que no fue así, debido a que las autoridades intervinieron varios establecimientos nocturnos de la ciudad gracias a la ayuda de los llamados ‘ciberpatrullajes’.
'Las redes sociales fueron fundamentales para nosotros, igualmente la queja que recibimos por muchos ciudadanos frente a las fotografías, las escenas que estaban publicando fueron claves para que tomáramos las acciones policiales correspondientes', señaló el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Ricardo Alarcón.
En el primer caso se vio implicado un local comercial llamado Díscolo, ubicado en la carrera 43 con calle 99-55, barrio Miramar, donde, al parecer, se llevaba a cabo un concierto con un reconocido cantante de música urbana que tenía como público a varios jugadores de fútbol, entre ellos Édinson Toloza y Michael Ortega, quienes abandonaron el lugar tan pronto llegó la Policía. También había modelos, funcionarios y personajes de la farándula local.
'Había varias personalidades, entre estas los exjugadores del Junior. Lo que se hizo fue el procedimiento policial que nos correspondía', sostuvo el general.