La meta a corto plazo de Luis Fernando Henao Navarro es ser especialista en medicina interna. A sus 26 años, tiene los sueños propios de la juventud y un título de médico general que lo llevó a trabajar a la Clínica Centro, en Barranquilla, pero también tiene un problema que no lo deja tranquilo: una amenaza de muerte.
Henao Navarro contó a este medio que todo inició entre las 12 y la una de la madrugada del 28 de mayo. La crisis sanitaria estaba golpeando fuertemente en el Atlántico, el pico parecía acercarse y las unidades de cuidados intensivos ya estaban atiborradas de contagiados de coronavirus. Ese día, el médico tuvo que atender a un hombre que había llegado con problemas coronarios y a quien el cuerpo médico le había detectado un cuadro febril y algo de tos. Motivo suficiente para activar el protocolo que consistía primordialmente en practicarle la prueba del coronavirus.
'Le dije que debíamos hacerle la prueba y colocarlo en aislamiento preventivo. El señor entró en negación. Me dijo que él no tenía nada y que era una simple fiebre', dijo Henao Navarro. 'El paciente después reaccionó agresivamente diciendo que le estaban violando sus derechos. Se alteró, se descanalizó, intentó salirse de la UCI', recordó Henao.
Según el médico, fue tal el escándalo que hizo el paciente que fue necesaria la presencia de dos especialistas, el cuerpo de auxiliares médicos y de vigilancia del centro asistencial para poder calmarlo. 'Al final, se alteró demasiado. En el momento no asimilé que fuera algo violento más adelante. Le hicimos la salida voluntaria y le dijimos que si quería irse, podía hacerlo, pero que debían hacerle la prueba', explicó el galeno. Finalmente, el resultado fue negativo.
Las amenazas
Hace dos semanas aproximadamente, Henao recibió una llamada desde el mismo número del enfermo que en mayo había hecho el escándalo. 'Me dijo –yo no me he olvidado de ti, quiero que te acuerdes de mi porque siempre andas diciendo que la gente tiene Covid– yo lo dejé así y no me preocupé', afirmó el médico.
Sin embargo, empezaron a llegarle mensajes por WhatsApp en los que le decían que 'te va a salir el diablo conmigo' y le enviaban emoticones de féretros. Igualmente vinculaban en los mensajes a una auxiliar de enfermería que también había atendido al paciente que en mayo generó problemas en la clínica.
'He recibido esos mensajes desde hace dos semanas y por eso el miércoles decidí ir a colocar la denuncia. Son momentos difíciles porque permanezco con la incertidumbre. Nosotros no hacemos otra cosa más que atender a los pacientes, no tenemos que inventar pruebas ni nada de eso', precisó Henao Navarro.
El joven médico pide que las autoridades avancen rápidamente en la investigación y que la persona que le ha enviado esos mensajes sea judicializada, pero principalmente que le brinden protección mientras se resuelve la situación. 'Nos preocupa este caso porque no solo soy yo, la compañera auxiliar también está afectada por esto', precisó el médico.