En medio de las lágrimas y el dolor que los embarga, los familiares de Walter Alexander Polo Sánchez, de 30 años, un soldador que murió tras recibir dos impactos de bala en medio de un procedimiento policial en la calle 84 No. 21C – 60, barrio El Por Fin, en el sur de Barranquilla, la madrugada del viernes 1 de enero, contaron más detalles de la horrible madrugada que vivieron.
'Esos no eran ningunos policías sino unos bandidos por la forma en la que mataron a mi cuñado, él no era un delincuente para que muriera de esa forma. Yo escuché le primer disparo y salgo corriendo a ver qué es lo que está pasando y era una pelea que venía de unas cuadras más arriba y uno de los involucrados al ver la casa abierta se metió y se voló por el patio. Yo salí a decirle que ya el muchacho no estaba acá y que se había ido, pero los policías en especial uno alto moreno tenía un arma de fuego apuntando para dentro de la casa y los otros le decían que disparara y yo le decía que no porque acá habían muchos niños, pero no le importó y soltó tres disparos', contó la mujer sentada en una silla de la vivienda que aún estaba desordenada tras lo ocurrido.
'El primer tiro se lo dio en el pecho, cuando iba rodando le soltó otro y Walter quedó desangrándose en un mueble de la casa y ellos se fueron ni siquiera lo ayudaron', sostuvo.
La mujer que no quiso revelar su identidad por razones de seguridad, también denunció que los uniformados colocaron una 'aturdidora que dejó locos a los niños y a todos los que estábamos aquí, las ventanas quedaron sin vidrios y los peñones los tiraban para el techo, que casi golpean a la hija de Walter'.