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'Mire, yo no sé cómo no hubo un muerto, porque eso fue horrible'. Esas fueron las únicas palabras que dijo Sofanor Pérez. Estaba todavía nervioso, sus ojos parecían querer salirse de su rostro y sus manos, sucias de sangre y grasa, no dejaban de moverse. Y es que era la primera vez que sentía el estallido de una granada y veía a tanta gente herida.

Fue poco antes de la una de la tarde de este martes cuando una apareció en la carrera 40 entre calles 43 y 44, Centro de Barranquilla. Iba lento, dijeron algunos testigos, pero nunca se detuvo, aseguraron. Uno de sus ocupantes dejó caer un objeto que terminó en la mitad de la calle, explotando en cuestión de segundos. Una pareja que iba en moto se cayó, otras personas se sacudieron con el estruendo y otros corrieron despavoridos.

La moto aceleró y se perdió entre las congestionadas calles del sector. Lo que vino después fue confusión y angustia. Sobre las aceras estaban varias personas sangrando. Unos tenían heridas en sus espaldas y otros en sus extremidades. Los trabajadores del sector, la mayoría mecánicos de moto o dependientes de almacenes, fueron los primeros socorristas. Ayudaron a quienes veían con lesiones y los trasladaron a los diferentes centros asistenciales.

Hasta ese momento nadie sabía qué había explotado. Solo veían un cráter en el piso, calculaban que el daño pudo ser mayor y no se explicaban cómo no había más personas heridas. La Policía llegó rápido y acordonó el sitio. Se activó el protocolo en estos casos y el Grupo de Antiexplosivos empezó a registrar la zona en busca de más posibles artefactos peligrosos. Fueron ellos quienes descubrieron que se trataba de una granada IM-26, una poderosa arma capaz de matar a una distancia de entre 10 y 11 metros y que expulsa entre 900 y 1.200 fragmentos.

Por una Extorsión

Los comerciantes del Centro han denunciado varias veces a través de este medio que son víctimas de los extorsionistas. Aseguraron que los amenazan con quitarles la vida o con atacar sus negocios si no pagan altas sumas de dinero. Y precisamente, este atentado obedecería a esas presiones a la comunidad.

Este medio conoció por fuentes extraoficiales que la hipótesis más fuerte y de la que ya los investigadores tienen evidencia es que todo fue fraguado por la banda delincuencial ‘Los Costeños’. De acuerdo con la información, sería un sujeto conocido como ‘Cachetes’, quien está recluido en la cárcel de máxima seguridad, La Tramacúa, de Valledupar, quien dio la orden para el atentado.

'No voy a dar nombres, pero uno de sus líderes (de ‘Los Costeños’) está haciendo esta clase de coordinaciones desde una cárcel del país', afirmó el general Diego Hernán Rosero Giraldo, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.