Desde octubre pasado hasta el miércoles de esta semana se han registrado tres detonaciones con granadas IM-26 en la ciudad de Barranquilla y su área metropolitana, y en las últimas semanas la Policía ha frustrado dos intentos de detonación de estos artefactos.
El más reciente estallido de un artefacto de este tipo ocurrió la tarde de este miércoles en el barrio Cachimbero, de Soledad. Así lo confirmó a EL HERALDO el general Diego Hernán Rosero, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, quien precisó que después del análisis de los restos del explosivo se determinó que fue 'una granada IM-26'.
Una fuente judicial cercana a la investigación señaló que la granada arrojada en la casa, al parecer, estaba 'vencida'.
El informante indicó que por lo general las organizaciones criminales que tienen en su poder estos artefactos explosivos 'no los destruyen cuando su vida útil acaba y por esa razón cuando son detonados se vuelven de bajo poder'.
Con respecto a la última explosión, esta ocurrió exactamente en la calle 13A con carrera 22B. Allí dos sujetos a bordo de una motocicleta arrojaron el artefacto sobre el bordillo de una vivienda, que tras detonar hirió a tres personas.
Una granada IM-26 tras su explosión puede esparcir de 900 a 1.200 fragmentos de metal, lo que la convierte en una de las armas antipersona más peligrosas dentro de los elementos explosivos existentes en el arsenal militar.