Camuflada entre un edificio en construcción y una vivienda familiar, en pleno corazón del barrio San José, las autoridades detectaron el funcionamiento de una ‘olla’ de vicio que mantenía atemorizados a los habitantes de ese sector del suroriente de Barranquilla.
El punto de comercialización y distribución de estupefaciente funcionaba en un inmueble abandonado, que estaba ubicado en la calle 45 con carrera 19. Los vestigios de esa estructura coincidían con los comentarios de los vecinos: 'la casa fue una de las estructuras más bonitas que había por este barrio a mediados del siglo pasado'.
Con nostalgia, pero al mismo tiempo lleno de alegría, residentes del sector vieron con buenos ojos como miembros de la Sijín, de la Sipol y uniformados de la Policía en compañía de las autoridades locales, encabezada por el alcalde Jaime Pumarejo, derribaron la mañana de este sábado los muros de esa casa que se había convertido en un foco de delincuencia y de riesgo para la salud pública.
'Eso se había convertido en algo muy peligroso, ya uno le daba miedo pasar por esa zona. No se sabía en qué momento lo podían atracar', dijo Manuel Cifuentes, habitante del sector.
Esta es la segunda demolición que se realiza en el marco del ‘Plan 100’, en el que el Distrito asumió el compromiso de combatir el delito y reforzar las acciones para asegurar la tranquilidad ciudadana, así como el de erradicar los puntos de venta y consumo de estupefacientes.
En la estructura las autoridades encontraron implementos que eran utilizados para la elaboración de dosis de estupefacientes, así como pipetas, encendedores y jeringas.