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Luego de vigilarlos desde el cielo, la Policía Metropolitana de Barranquilla capturó a cuatro personas por los delitos de aporte ilegal de armas de fuego y tráfico y porte de estupefacientes. Les seguían la pista gracias a los drones, la nueva estrategia para mejorar la seguridad en Barranquilla.

La primera detención se llevó a cabo en el barrio Villa del Rosario, a la altura de la carrera 27B con calle 81B, a donde dos presuntos delincuentes notaron la presencia de los uniformados en tierra y escondieron una pistola, sin darse cuenta que desde el aire estaban siendo observados.

Los policiales, orientados por los operadores de los drones, descubrieron el arma de fuego de fabricación industrial, 9 milímetros y con siete cartuchos para la misma. Los dos presuntos delincuentes, de 20 y 25 años, fueron puestos a disposición de las autoridades competentes para que respondan por el delito de fabricación tráfico y porte de armas de fuego.

El segundo operativo lo realizaron en la calle 64 con carrera 1 Sur, barrio Santo Domingo, cuando fue sorprendido un supuesto antisocial, de 29 años, con un arma de fuego de fabricación artesanal. El presunto delincuente trató de distraer a los uniformados, pero con la ayuda de la silenciosa tecnología de video vigilancia aérea fue puesto al descubierto y posteriormente los patrulleros le encontraron el arma de fuego que había escondido minutos antes.

La última aprehensión fue a una persona que, al parecer, se encontraba realizando una venta de estupefacientes en la carrera 51B con calle 1B, barrio Carrizal. El hombre huyó por tener en su poder los narcóticos, pero gracias al dron fue capturado y ubicaron 332 gramos de marihuana que había ocultado.