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La comunidad decidió blindarse contra la criminalidad. Es así como a raíz de los constantes robos, homicidios y otros hechos delictivos, los residentes de diferentes barrios de la ciudad han optado por conformar frentes de seguridad para tratar de reducir o acabar los actos delincuenciales que a diario los atormentan.

Los frentes de seguridad son organizaciones cívicas voluntarias y de carácter comunitario que también son lideradas por la Policía Nacional. En ellas los asociados deciden organizarse para mejorar la convivencia y seguridad ciudadana en zonas urbanas y rurales, construyendo una cultura de seguridad que gira en torno a la participación comunitaria.

La preocupación que nace de los delitos que ocurren en barrios, sectores comerciales, residenciales, educativos, parques, entre otros, es lo que más influye para que se creen estos frentes, pero estos no se podrían organizar si predominan factores socioculturales como la falta de solidaridad y cooperación ciudadana.

Desde el año 1997 hasta el 2020, la Policía Metropolitana de Barranquilla reporta la creación de 700 frentes de seguridad.

Actualmente, la capital atlanticense solo tiene activos nueve frentes de seguridad en los que participan 290 personas.