El cielo se encapotó y el caluroso domingo se tornó fresco. Pero con las primeras gotas de lluvia también empezaron a caer piedras. Eran los pandilleros que aprovecharon el aguacero para, una vez más, convertir las calles del barrio El Valle en su campo de batallas.
Según vecinos, dos bandos conformados principalmente por adolescentes, al parecer, se dieron cita en la carrera 16. Unos estaban a la altura de la calle 70C y otros en la 64B. Una vez las dos partes estaban listas, empezó el enfrentamiento.