Una mujer comienza a gritar en una de las calles del barrio Universal. Desesperada, increpa a un joven que pasaba por el lugar y le exige que le pague por servicios sexuales. Lo insulta, le pega, le rompe la camisa y el joven trata con todas sus fuerzas de librarse de ese problema, pero no puede.
Los vecinos del lugar creen que la persona tiene la razón, pero no saben que todo es una trama de esta persona para robarle dinero al muchacho.
Días después sucedió una situación similar. La nueva víctima de la mujer fue un vigilante que caminaba rumbo a su trabajo. El desprevenido hombre iba por la acera cuando fue interceptado por la airada delincuente.
'Te gusta que te den (…) y quieres pagar poquito. Dame los $ 20 mil, dámelos. Págame porque te cacheteo…', gritó a todo pulmón la sospechosa mientras que el vigilante la miraba con asombro y trataba de librarse del espectáculo callejero en el que había quedado inmerso.
Sin embargo, ante la presión de la ladrona y la vergüenza por la cantidad de personas que se habían acercado a ver lo que ocurría el hombre no tuvo más que sacar unos pesos y entregárselos a la chica, quien se marchó del lugar, todavía aparentando indignación.