Al menos 12 semáforos completamente destruidos, dos estaciones del sistema masivo Transmetro vandalizadas y señales de tránsito desmontadas es el panorama que dejó la actuación de un 'grupo aislado de desadaptados' que se camuflaron dentro de la protesta pacífica, la tarde de este martes, y comenzaron a empañar la jornada que se adelantaba en Barranquilla.
¿Por qué no capturaron a los responsables de estos actos que afectan el patrimonio público de la ciudad? Esa es la pregunta que muchas personas se hicieron al enterarse de los estragos que dejaron los violentos en la capital del Atlántico, de los cuales las autoridades estaban al tanto.
Frente a esta situación, EL HERALDO consultó a la Policía de Barranquilla, la Personería distrital y a la Defensoría del Pueblo, quienes hicieron parte del Puesto de Mando Unificado que se llevó a cabo desde el Comando de la Mebar.
El coronel Jhon Sepúlveda, comandante operativo, en diálogo con este medio sostuvo que decidieron no intervenir la manifestación para evitar mayores alteraciones del orden público.
'Desde el PMU se decidió que la marcha siguiera su rumbo porque si se intervenía podría alterar mayormente el orden público en caso de que llegara un cuadrante a capturar o a solicitar a alguien', dijo el oficial.
De igual manera afirmó que la manifestación pacífica al llegar a la rotonda de la calle 17 se disolvió y quedó el grupo de violentos que comenzó el ataque a la fuerza pública.
'Varios encapuchados empezaron a sacar de los morrales bombas molotov y todo tipo de elementos para atacar a la fuerza pública que todo el tiempo se instaló unos metros después de la escuela de policía para contener a las personas que intentaban llegar hasta la instalación de nuestra institución. Pudimos evidenciar que muchas personas que se estaban enfrentando con el Esmad estaban bajo los efectos de sustancias alucinógenas', agregó.
Sepúlveda, al ser consultado por los uniformados que conformaban el dispositivo de seguridad para esta movilización, explicó que fueron distribuidos en varias zonas de la ciudad para evitar saqueos y otros actos lamentables.