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A pesar de producir para el cartel de los Balcanes $2.000 millones mensuales, ‘Jimy’ no tenía carros ni celulares, vivía arrendado, se hacía pasar por ingeniero civil y solo se movilizaba en aerolíneas y vehículos de servicio público. Desde hacía siete años, Agim Cerma, un ciudadano albanés, arribó a Colombia y tomó este estilo de vida, según las autoridades, para que no descubrieran lo que realmente era: el enlace de la organización criminal europea con el ‘Clan del Golfo’ y las disidencias de las Farc.

En el año 2014, el albano llegó con su esposa e hijastro al país. Alquiló una vivienda en el norte de Barranquilla y desde allí comenzó su entramado delincuencial. ‘La Arenosa’, de acuerdo con las indagaciones, le pareció tanto a él como a la banda el sitio ideal, pues su cercanía a los principales puertos marítimos le iba a facilitar el envío de clorhidrato de cocaína en motonaves que zarpaban rumbo a Estados Unidos y destinos europeos. Sin mencionar que en el interior de Colombia, exactamente en el departamento del Valle del Cauca, ‘Jimmy’, al parecer, coordinaba vuelos chárter que salían contaminados con el estupefaciente.