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Se fue la luz. Los habitantes de un pequeño barrio del corregimiento de Martillo, Ponedera, tuvieron que abrir las ventanas de sus casas para que la brisa de la madrugada entrara y pudieran refrescarse. Pensaban que en pocos minutos la energía eléctrica volvería.

Lo que ellos no sabían es que los culpables de que tuvieran que echarse fresco con abanicos de mano fueron tres delincuentes -armados con herramientas- que causaron esta problemática, pues cortaron el cableado que lleva el flujo eléctrico a esta población atlanticense.