Mientras Nancy lloraba a sus dos hijos acostada en su cama, en la antigua empresa Triplex Pizano la mona era turnada entre hombres para seguir extrayendo el hierro de las vigas, motivados por los 600 pesos que vale el kilo de este metal.
El sobrevuelo de los goleros no da buena espina, pero son ignorados. Los carromuleros esperan su carga. Ruinas y más ruinas, ahora todo parece un cementerio en el que se enterraron décadas de 'gloria'.
En ese lugar los hermanos Luis y Gabriel Jiménez González, dos hombres extranjeros que se encontraban en la compañía procesadora de manera extrayendo los vestigios del sitio, perdieron la vida luego de que cayera uno de sus plafones debilitados por las lluvias recientes. El accidente ocurrió el pasado 25 de agosto. El primero de ellos murió en el lugar, seis días después falleció el segundo.
Su progenitora, Nancy González, no ha encontrado consuelo alguno para lo que ella definió como 'el dolor más grande del mundo'. Según la mujer, Luis y Gabriel eran el sustento de la familia y dejaron uno y seis hijos, respectivamente.