El estallido de una granada en el interior de una nevada de Coolitoral, un panfleto extorsivo entregado a un conductor y el asesinato a bala de uno de ellos evidenciaron aún más la crítica situación que por estos días atraviesan las compañías de transporte urbano de Barranquilla y su área metropolitana.
En la noche de este sábado, el barrio Manuela Beltrán se convirtió en un caos, pues la detonación de un artefacto explosivo vaticinó lo peor. Otra vez, en menos de siete días, se registró una nueva amenaza contra las empresas prestadoras del servicio de transporte urbano.
Por fortuna, en el atentado que ocurrió en un parqueadero de la compañía Coolitoral no hubo heridos, sin embargo, tres automotores resultaron afectados.
Al lugar llegó la Policía, la cual en un comunicado reveló que el acto delincuencial habría sido ejecutado desde el interior de una cárcel.