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La última vez que *Jessica vio al sujeto que la intentó abusar fue el pasado 17 de octubre. Dice que ese día él pasó en su moto, una Suzuki negra desgastada, la misma en la que la condujo el 28 de septiembre hasta una trocha para robarle sus pertenencias y, aparentemente, obligarla a cualquier tipo de vejamen sexual al que está acostumbrado; sin embargo, ese mototaxista no pudo lograr su cometido esa vez. 

*Yaneth y la hija de *Beatriz, *Valentina, no corrieron con la misma suerte y les tocó vivir algo que jamás pensaron. Debido a ello, su miedo continúa presente, pues ‘el Abusador de la moto negra’ sigue libre.

Durante 28 días EL HERALDO ha seguido de cerca la pista del hombre, quien haciéndose pasar por mototaxista abusó sexualmente de varias mujeres jóvenes en zonas enmontadas entre Soledad y Malambo, y a quienes amenazó de muerte por si se atrevían a denunciarlo. 

Luego de que este medio publicara los relatos de tres de las víctimas de este individuo se conocieron nuevos detalles concernientes al caso. 

Una fuente judicial le confirmó a esta casa editorial que, en por lo menos dos ocasiones, el ‘Abusador’ habría quedado registrado en cámaras de seguridad mientras transportaba a dos mujeres, en ocasiones aisladas, y quienes al parecer terminaron sumándose a la lista de afectadas. En las grabaciones se logró evidenciar, según el investigador ligado al caso, que el hombre, aparte de movilizarse en una moto negra, también, aparentemente, manejaría una de color rojo. 

Es aquí donde cabe resaltar que ya no se hablaría de tres víctimas, sino de cinco; sin embargo, el número podría ascender de manera a más de 10. 

A través de las redes sociales se conoció que presuntamente hay mujeres que por miedo no han denunciado ante las autoridades, pero que aseguran haber sido abusadas por el mismo sujeto debido a que las características del su supuesto victimario coinciden con la del ‘de la moto negra’: tez morena, delgado, 1.65 metros de estatura, aproximadamente; cabello oscuro, sin tatuajes, aretes o perforaciones, ojos grandes y colorados, como si estuviera aparentemente bajo los efectos de alguna droga. Usa un casco negro y el del pasajero suele ser blanco. No tiene más de 25 años, siempre anuncia que tomará un atajo y durante el tramo que recorre monitorea a las personas por el retrovisor con una mirada que genera desconfianza.